10. Parque de Diversiones 2

87 7 0
                                    

♠︎♤ He querido mil cosas, pero solo una he deseado con locura; que me mires y te pierdas como yo ♤♠︎

—Acepto, —respondo decidida.

Voy a utilizar ese comodín cuando más lo necesite, solo tengo que arriesgar mi vida. Okey, estoy siendo muy dramática.

Hudson sonríe mostrando sus dientes y Dios siento que moriré aquí, ahora mismo, porque esa sonrisa me la regalo a mí, es por mí y para mí, yo la cause y es la sonrisa más hermosa. Primera vez que veo una verdadera reacción hacia mí, aparte de una ligera sonrisa, esta es mucha mejor, le devuelvo la sonrisa encantada.

El vuelve agarrar mi mano y luego la de Zoe y nos lleva hacia esa cosa grande. Me siento muy nerviosa y no ayuda la cercanía de Hudson y su mano en la mía, aunque lo prefiero así ¿Quién me entiende?

Hudson sube primero a Zoe a la silla, luego me subo y me agarro fuertemente cuando la silla se mueve, Hudson suben dejando a Zoe en el medio de nosotros, colocan el tubo frente de nosotros.

¿En serio?

¿Esa es toda la seguridad?

¿Un tubo?

Podemos necesitar un paracaídas, eso sería mucho mejor, presentaré mis quejas.

La rueda comienza ascender y cierro mis ojos, Zoe chilla entusiasmada y Hudson ríe entre dientes.

—Vamos Isabella abre los ojos, la vista es fenomenal.

—No, no quiero. —Niego alterada.

Siento unas manos grandes en la mía y la sostiene, abro los ojos con cuidado, chillo sobresaltada por la altura, estamos en la cima y descendemos lentamente, miro a Hudson el me regala una sonrisa a medias y sus ojos tienen un brillo de diversión.

Volvemos a subir y aprieto la mano de Hudson con todas mis fuerzas, creo que le estoy clavando las uñas, pero no se queja. Me cuesta ver al frente, así mismo me obligo es una vista hermosa, el sol se está escondiendo atrás de los grandes árboles, pero mi pánico aun no deja que disfrute la belleza de la naturaleza.

Fueron los peores minutos de mi vida, aunque cada vuelta me relajaba un poquito más acostumbrándome, sin embargo cuando nos bajamos casi beso el piso de lo feliz que estaba de por fin bajar de ese aparato.

Las luces del lugar se encienden, ya que oscureció en su totalidad, hay más persona alrededor y mucho ruido, Zoe se detiene en una tienda de juego.

—Papi yo quiero ese peluche. —Señala un oso de color rosa casi del tamaño de Zoe.

—Si quieres uno, solo tienen que tirar la torre de vasos con una bola, —dice el encargado de la tienda.

—Yo puedo hacerlo, —digo animada

—Yo quiero ver eso. —Hudson le da dinero al hombre y me entregan tres bolas.

Sonrío de lado y tiro la primera bola, lo cual fue jodidamente muy malo, apenas toque un vaso y ni siquiera se cayó.

—Tenía más fe en ti Isa —comenta Zoe cruzándose de brazos.

Dulce Obsesión Donde viven las historias. Descúbrelo ahora