Dulce Obsesión

7. ¿Despedida?

♤♠︎♤ Qué valiente te ves templado de miedo, pero arriesgandote a vivirlo ♠︎♤♠︎

Entro a la oficina de Hudson sin tocar preparada para decirle todo lo que se merece, pero me detengo porque está hablando por teléfono, cruzo mis brazos y lo miro fijamente.

Hudson me observa serio, le dice a la otra persona en línea que luego lo llama y corta.

—¿Acaso no sabes tocar la puerta? —pregunta molesto.

—¿Acaso no sabes que Zoe necesita más de tu tiempo? no todo en la vida es trabajo —contraataco no dejándome intimidar.

—Si no fuera por mi trabajo Zoe no tuviera nada de lo que tiene ahora, es muy afortunada y tu más que nadie lo sabes —responde.

Fue un golpe bajo y sí que afecta, más de lo que imagine.

—Tienes razón, toda mi vida he vivido en la pobreza, un día había comida y otros no, no tuve nada lujoso, pero obtenía lo más valioso que era el amor de mi madre; sus abrazos  cariño, atención y mucho amor, a pesar de ser un día largo, duro y frustrante para ella, siempre estuvo para mí —Las lágrimas salen de mis ojos y me limpio con dureza, frustrada por ser tan sensible, Hudson se levanta y se aproxima a mí— No sé cuál es tu trabajo que es tan importante, tal vez gracias a ti muchas personas pueden comer, tengan un hogar y le lleven comida a sus hijos, gracias a ti estoy hoy yo aquí solo te pido sacar tiempo para tu hija, ella es el motivo para joderte tanto trabajado, merece más que unos... Buenos días  hija.

—Sé que Zoe necesita atención todo el día, para eso te contrate, ella entiende que no tengo tiempo y eso no significa que la descuide, —habla severo.

Estamos frente a frente, nuestras miradas están conectadas teniendo una lucha silenciosa.

Rio secamente ¿todo lo que dije, no lo entendió?

Se pone rígido por mi actitud. No le gusta, pues lo siguiente que diré no será de su agrado.

—¿No te importa perder momentos tan significativos para tu hija? Crecerá y te perderás de toda su evolución, Zoe no quiere mi atención quiere la tuya, —Lo señalo y toco su pecho con mi dedo, Hudson levanta una ceja desconcertado por mi atrevimiento, se merece una cachetada por imbécil— Mañana es su primer día en la escuela, iras con ella, no me importa que tengas cosas que hacer y no solo eso, dejarás de hacer sea lo que sea que haces y le contaras un cuento hasta que se duerma. —Termino dejándolo sorprendido.

Me doy la vuelta y salgo de la oficina sin darle oportunidad a decir nada más, voy a mi habitación y cierro la puerta con fuerza como una niña haciendo un berrinche.

Como no puede ver lo mucho que le duele a Zoe no tener más tiempo con él.

Después de unos momentos se me pasa la adrenalina y lo molesta.

Escucho una puerta abrirse y luego cerrarse, después unos pasos por el pasillo.

¡Oh no!

Es Hudson, vendrá aquí y me echará por decirle todas esas cosas tan inapropiadas ¡Es mi jodido jefe! ¿Cómo fui capaz de hablarle de esa manera?

Ahora si siento miedo.

Necesito calmarme, camino por la habitación de un lado a otro, luego se escucha otra vez una puerta, al parecer la habitación de Zoe, la casa queda en silencio.

Tal vez Hudson si me hizo caso, sonrió feliz porque di en el clavo, bueno aun no puedo celebrar puede que me eche por mi comportamiento, me acuesto mientras espero que venga.