♤♠︎Vivir con el corazón tranquilo y la mente en paz, no tiene precio♠︎♤
Isabella
—¿De que quieres hablar? —pregunto al hombre que está mirándome como si me fuera a sarmonear por horas.
—Tu trabajo es cuidar a Zoe para eso te pago —enfatiza, yo lo miro incrédula
¿Es jodidamente en serio?
—Y eso es lo que estaba haciendo.
—Te desapareciste por una hora y luego estas coqueteando con ese... muchacho.
¡Oh por Dios! ¿Una hora me tarde? y yo que pensé que fueron minutos.
—No estoy coqueteando con nadie, solo estábamos hablando, —explico.
Da un paso hacía mi viéndose amenazante con su estatura. No retrocedí.
—Y también manoseándose. —Se acerco peligrosamente. Levante mi mentón desafiante—. No me importa lo que suceda entre el chico y tu, pero no hoy y mucho menos en mi casa, has tu trabajo Isabella, —sisea.
—Es lo que estoy haciendo y haré, —aseguro mirándolo con dureza, quiero golpearlo y luego besarlo.
¿Es posible querer hacer las dos cosas?
Él se da la vuelta y sale de la oficina cerrando la puerta con fuerza, haciéndome saltar por el ruido.
—Imbecil, —digo entre dientes.
Cierro mis ojos para calmarme, estoy furiosa, molesta, chillo por la frustraccion.
La puerta se abre y entra Marina.
—¿Qué paso? —interroga.
—Tu hermano que es un… un… cretino, imbécil y…
—¡Ey! Estas hablando de mi hermano, calma fiera. —Me desinflo y la miro apenada.
—Lo siento, tienes razón.
—No te preocupes, pero ¿me diras lo que paso? ¿Por qué estas tan molesta?
—Hudson me exigió hacer mi trabajo y no coquetear con Alex al menos no en su casa. —Le cuento amargamente, Mari sonríe y luego aclara su garganta.
—¡Oh bueno! Mi hermano es un poco exigente, supuse que iba a decirte algo. No quitaba la mirada de ustedes y cuando Alex se te acerco como si te fuera a besar ¡Jesus! Se levanto rápidamente, por un momento pensé que lo iba a golpear.
—¿En serio? —pregunto con interés.
—SÍ, en fin. Vamos que es hora de comer pastel. —asiento y decidimos salir, justo a tiempo para cantar cumpleaños.
Todos nos colocamos alrededor de la mesa donde están los pasteles y empezamos a cantarle el cumpleaños feliz, Hudson carga a su niña en sus brazos y al lado esta Taylor, les toma varias fotos y luego todos nos sentamos a comer el pastel.
Esta riquísimo, Alex esta sentado a mi lado y rie un poco al ver mi expresión.
—Si que te gusto, —comenta.
—¿Y a ti no? —cuestiono viendo su pedazo intacto.
—No me gustan las pasteles.
Abro mis ojos sorprendida.
—¡¿Estas loco?! ¿Cómo no te pueden gustar? —Él se encoje de hombros riendo sonoramente— ¿Estas escuchando eso Zoe? No le gustan los pasteles.
La niña lo mira soprendida, esta sentada al lado de su padre, pero esta atenta de mi conversación con Alex.
—A mi me encanta y a Isa tambien, además es la mejor cociando, hace unas tartas delicosas, —asegura.
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Dulce Obsesión
RomanceLa vida de Isabella nunca había sido fácil, después de escapar de su casa de toda la vida con sus poquitas pertenencias y llena de esperanza por conseguir mejorar su vida, ella se ve envuelta en una situación complicada, donde su vida estará en peli...