Dulce Obsesión

16. Cumpleaños de Zoe

♠︎♤♠︎ Es quien está sin que se lo pidas♠︎♤♠︎

Isabella

Me remuevo sintiéndome en las nubes, la suavidad de la cama es de ensueño no me provoca salir de aquí nunca y el olor que desprende las sabanas es un olor a masculino, refrescante e hipnotizante, pero ahora el olor es mas fuerte y no solo eso si no siento un cuerpo a mi lado, recuerdo que Zoe esta a mi derecha, no en la izquierda y al instante se me viene a la mente Hudson, me obligo abrir mis ojos, busco a Zoe, pero donde se quedo dormida anoche no hay nadie, miro al otro lado y él esta ahí.

Hudson, acostado boca arriba dormido, se ve tan guapo, decido almirarlo aprovechando que lo puedo hacer sin disimular mi obsesion con él, me recuesto boca abajo, mi mejilla tocando la suave almohada, lo primero que noto es su barba perfecta. Tengo que decir que le luce demasiado, sus labios rosados y definidos resaltan, su cabello se encuentra desordenado y largo cae por su cejas, provoca acariciar y jalar su cabello castaño claro, fundir mis dedos y sentir lo liso  de sus mechones.                        

No debería de estar aquí, moriré de vergüenza si se despierta y yo aun sigo en su cama. Se supone que después de dormir a Zoe me iria a mi cuarto, sin embargo, el sueño me sobrepaso, ni siquiera sentí cuando llego anoche.

Intento levantarme con mucho cuidado sin despertarlo, pero al moverme mi pierna rosa la suya, me quedo inmóvil rogando que no lo haya despertado, puedo sentir su piel cualiente contra la mia y es agradable, mi parte razonable me grita que es mejor salir de ahí ahora mismo y mi otra parte la insensata me dice que lo disfrute, seguramente no vuelva a sentirlo de esta manera otra vez.

Decidi arriesgarme y me vuelvo acostar, pero esta vez estoy mas cerca, mi brazo toca el suyo igual a mi pierna.

Okey creo que estoy propasando la línea, estoy mas loca de lo que pensé.

Sin embargo, es muy tarde para cambiar de opinión, porque si antes no quería salir de esta cama ahora mucho menos, cierro mis ojos sintiendo como mi cuerpo se aviva, suspiro con satisfacción, al abrir mis ojos me sorprendo al ver a Hudson mirandome, sus ojos verdes sonolientos están fijos en mi, se ve relajado, su expresión es la misma que antes, lo que cambia es sus mirada penetrante.

—Buenos días, —dice, su voz sonando aun más ronca.

—Hola. —susurro nerviosa por su mirada en mi ¿se habrá dado cuenta que tan solo hace unos segundo estaba tocandolo —Zoe y yo… nosotras… —balbuceo intentando explicar del porque estoy en su cama, pero dejo de hacerlo al notar una pizca de diversión en sus ojos.

Esto no podría ser más vergonzoso.

—Entiendo, —asegura.

—Pero aun no te he dicho nada, —comento como estúpida.

—Solo falto, cama, lluvia, dormir. —Se burla, al parecer alguien amanecio de buena, sonrio sin poder evitarlo.

—Okey lo entendiste a la perfeccion, no volverá a pasar, —digo con seguridad, él solo asiente y se hace un silencio incomodo, algo no le gusto porque siento una distancia que antes no estaba.

Eso hace que vuelva a la realidad, me doy la vuelta y me siento aun donde mismo, la puerta se abre de golpe. Zoe entra y se tira arriba de mi, haciendo que me derrumbe arriba del brazo de Hudson, él me rodea sosteniéndome y una parte de mi cara queda aplatada en el pecho desnudo de Hudson.

—¡Hoy es mi cumpleaños Isa! —grita la pequeña feliz, me abraza más de lo que ya lo hace y besa mi mejilla.

—Feliz cumpleaños nena, ya son 5 años y pesas demasiado estas aplastándome, —exagero.