Capítulo 35

173 10 9
                                    

Cinco tediosos días de agonía, largos como ningún otro. Había agotado las lágrimas, pero el llanto de su alma no había cesado.

Y sin embargo transcurrieron con bastante paz.

—Necesitas un descanso. No te sienta bien seguir con todas tus responsabilidades. Sabes que puedo arreglar ciertas cosas, si son las notas lo que te preocupa...

—Puedo lidiar con el insti. Lo sabes bien.

—Poder puedes, claro que sí; eres muy capaz. Tan capaz que quieres hacerlo todo, hasta cuándo no te sienta bien.

—Yo no...

—Sí, _____. Mereces tomarte tu tiempo, no importa nada más que lo que tú necesitas. Ni la gente, ni tu promedio; nada. Solo tú y tu dolor. Lo que estás transitando es duro y...

El estridente y anticuado tono del teléfono de línea interrumpió su preocupación. La joven lo cogió, soltando un suspiro hastiado.

—¿Hola?

—Buenas tardes—Una voz masculina se oyó por el auricular—. ¿Hablo con _____ _____?

—Soy yo ¿Quién habla?

—Interno 6374 desde la estación policial N°173. Le informo que la oficial Mónica Geard desea hacerle algunas preguntas de rutina sobre su caso el miércoles a las ocho de la mañana. ¿Puede confirmar su asistencia?

—Si, claro. Ahí estaré.

El nudo en su garganta había vuelto de repente y apenas pudo pronunciar esas palabras. Colgó para luego desparramarse en el sofá bajo la mirada atenta del pelinegro.

—No me presiones, por favor—Atajó a decir al ver que el demonio abría la boca.—. Quiero seguir asistiendo a clase, más bien necesito hacerlo. A pesar de que apeste pudrirse allí dentro me mantiene conectada con la realidad, mi antigua realidad y con... la sociedad.

"Mis amigos" quiso decir, pero no lo sintió correcto realmente.

—Vale, entiendo. No quise sofocarla, solo es que... Es muy dura consigo misma.

Sebastian se sentó junto a ella y le envolvió los hombros con sus brazos lánguidos.

—Como decía antes, sé que la situación es delicada. Si recordara mi antigua vida me dolería saber que mis padres están tan profundo en la fosa del tiempo que me partiría el corazón, lo presiento. Por ello, aunque sea solo un sucio demonio, puedo ver el dolor que sientes.

Hablaba de forma casual, mirando la televisión apagada a modo de evitar mirar aquellos ojos húmedos que lo harían incapaz de consolarla tranquilamente y salir, furibundo, a quemar cada rincón de la ciudad con tal de encontrar al malnacido que la hacía sufrir.

─━━━━━━⊱❉⊰━━━━━━─

Era martes martes a la salida del instituto. Cabizbaja y deseosa de marcharse cuanto antes, ____ emprendió la caminata hasta su casa. A no mucho más de media cuadra, Ash se acercó brevemente para citarla en aquel parque que habían visitado tiempo atrás, el parque de las flores lilas.

—¿Qué opinas? —inquirió él al no recibir una respuesta inmediata.

Ella no tenía ganas de ir, no estaba de ánimos para una cita —o para nada en realidad.—, y sopesó bastante la idea de rechazarle; mas finalmente respondió:

—Suena bien. Te veo allí.

Terminemos esto de una vez por todas.

Pensaron ambos al darse la espalda.

《El Nuevo Profesor 》-Sebastian Michaelis y Tú-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora