—¿Vos te volviste loco?
Sonny tuvo que contener el estremecimiento ante el murmullo furioso de Cristian, cuyos ojos oscuros le estaban taladrando la cara. Su postura era rígida, sus espesas cejas estaban fruncidas y su mandíbula recién afeitada estaba tensa. Si fuera un perro sería de esos que usan un collar de púas y un bozal.
El deseo se arremolinó en su estomago. Sonny no debía estar muy cuerdo, si en lugar de asustarse o ponerse en alerta ante un hombre de metro ochenta furioso con él, sentía ganas de tirársele encima y treparlo como a un árbol.La verdad es que Sonny lo estaba esperando desde que cruzaron miradas en el gimnasio y Cuti lo había mirado como si quisiera asesinarlo. El coreano no pudo evitar recordar que Cristian cogía mejor cuando estaba enojado, el mejor sexo que tuvieron fueron productos de los celos.
Ahora Sonny veía hasta ridículo el hecho de que Cuti sintiera celos de alguien más, cómo si Sonny pudiera remplazarlo.
No podía. Sonny lo había comprobado por las malas, pero esa era una certeza que en el fondo tenía incluso antes de perder a Cristian. Tal vez si Sonny se lo hubiera dicho, en vez de deleitarse con sus celos, a lo mejor ahora estarían en otra posición.
Pero Sonny podía remediar sus errores.
Son se acercó a él, de un modo en el que no se había acercado hace mucho tiempo.
—¿No te gustaron? –le dijo, levantando la barbilla hacia Cuti—. Son exclusivas, mi representante dijo que eran demasiado provocadoras para salir en la campaña, pero las guarde igual. Me parecían un desperdició dejar que se perdieran –La mano de Sonny se apoyó sobre el pecho de Cuti—. Y agregué una foto extra, ¿viste? Esa no es de la campaña, esa es para vos. Nadie más la vio…
Su mano siguió bajando, pero Cuti lo detuvo abruptamente por la muñeca. Miró para todos lados, antes de tirar de él hacia los baños. Sonny sintió un atisbo de emoción, pero Cuti lo soltó apenas cerró la puerta del baño.
—No puedo creer lo caradura que sos. Sos perverso, culiao.
—¿Eso es un no? –Sonny ladeo la cabeza y se acercó, estirando sus manos para agarrar su cara—. ¿Ya no te gusto?
Cuti apretó la mandíbula y lo tomó por las muñecas.
—No –dijo, dándole un suave pero firme empujón hacia atrás.
El rechazo picó en Sonny como una quemadura. Lo miró con ojos entrecerrados.
—Mentiroso –espetó—. No te creo. Apuesto que las miraste todas más de una vez, en especial a la última.
Cristian hizo una mueca y se alejó de él, dándole la espalda y acercándose al lavamanos para evitar su mirada. Sonny lo siguió como una mosca molesta en su oído.
—Las borré –Buscó su mirada en el espejo—. Todas.
Sonny lo miró como si quisiera sacar un detector de mentiras de algún lado y conectar los cables a él.
—No te creo –dijo, después de unos segundos—. Apuesto a que las mirabas a la noche, antes de ir a dormir.
—Y tengo mejores cosas que hacer que mirar tus fotos —se indignó el otro—. Así que la próxima fíjate antes de apretar el botoncito. Mándasela a alguno de todos los nabos que tenés ahí guardados, pero a mí no me mandes más esas cosas.Con esa última advertencia, Cuti se dirigió hacia la puerta para salir de ahí. Pero para Sonny la conversación estaba lejos de terminar y lo empujó de nuevo hacia atrás. Ya no sonreía.
—¿Qué? ¿Te lo cogiste anoche? ¿Por eso te hacés el superado ahora?
—Que carajo te importa.
—Por supuesto que me importa. ¿Te calentaste conmigo pero te sacaste las ganas con él, no?
Cristian lo miró, incrédulo. Él ya lo conocía, sabía que estaba lejos de ser el ángel de sonrisa fácil que mostraba en los medios. Cristian sabía que tenía un lado coqueto y vanidoso, que le gustaban los juegos y que podía ser un poco mezquino y caprichoso a veces. Siendo honestamente sincero, a Cristian nunca le importaron mucho esas facetas de él. Es más, había amado cada una de ellas de la manera ciega en la que amaban los enamorados. La única parte que no había querido mucho era lo malicioso que podía ser Sonny cuando estaba enojado o se sentía acorralado.
Pero esta era definitivamente una nueva cara de él. No solo estaba enojado, había cierto temblor en su voz, cierta desesperación en su mirada. Y no le gustaba, porque era como si a Sonny le importara demasiado y Cristian no estaba listo para ni siquiera pensar en esa posibilidad.
—¿Que decís? Yo no me calenté con vos, y lo que haga o deje de hacer con él es tema mío —le aclaró Cristian, empezando a ponerse nervioso de nuevo—. ¿Qué carajo te importa a vos? Yo no te pregunto qué haces vos con los otros pelotudos.
—¡No estoy con nadie, idiota! —espetó Sonny, su voz empezando a subir de volumen—. A diferencia de vos, que no tardaste nada en ir a cogerte a ese colorado feo. Yo te dije que te tenía ganas.
—Deki no es feo –saltó Cristian.
—Ah, pero lo otro no me lo negas, ¿no?
—¿Vos me estas haciendo un reclamo? Por qué te recuerdo que vos y yo ya no tenemos nada que ver. Si estas aburrido anda a joder alguno de los otros marmotas.
—Ya te dije que no estoy con nadie —siseó Sonny de manera furiosa, sus ojos cafés mirándolo con furia.
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Me la juego por vos (Cutison/Cutisevski)
أدب الهواة[ AU de Twitter ‼️] Todo el mundo ama a Sonny y Sonny ama ser amado por todo el mundo, casi tanto como ama ver celoso a Cuti. Cuti ama a Sonny, pero no le gusta compartir. Deki solo está esperando su oportunidad.