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"𝐴𝑙𝑔𝑢𝑖𝑒𝑛 𝑞𝑢𝑒 𝑡𝑖𝑒𝑛𝑒 𝑢𝑛 𝑠𝑜𝑙𝑜 𝑎𝑚𝑜𝑟 𝑒𝑛 𝑠𝑢 𝑣𝑖𝑑𝑎 "
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Tras ser raptado por los bárbaros y vendido a los lacayos del imperio enemigo de su tierra natal, Izuku decide ganarse el favor del sultán del gran imperio...
No se metan a servicio al huésped en hotelería, es una chinga :')
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Himiko no era tonta.
Tal vez tendría un rostro inocente y una sonrisa soñadora, pero desde niña veía el infierno que era el harén para aquellos que se empeñaban en ser los únicos para el sultán.
Claro que había otros que eran mucho más discretos y lograban sus cometidos.
Pero había otros que no podían actuar con raciocinio y terminaban cavando ellos mismos sus tumbas.
Por eso cuando vio como la sonrisa de Eijiirou se borraba y se volvía una mueca de rabia al oír por la boca de Aizawa que su hermano solicitó la presencia de su cuarto favorito a sus aposentos entendió que nadie más acabaría con el omega pelirrojo.
Él solo terminaría su era en el harén.
— serpiente —masculló molesto.
— ¿dijiste algo Eijirou? —preguntó, esperando que el omega tuviera el valor de repetirlo.
— no sultana —soltó un suspiro para voltear a la mayor—. sultana, ¿pensó en lo que le sugerí?
Eijirou y Himiko estaban en los aposentos de la mayor conversando. Después de aquella sesión de juego entre el sultán y su hijo los omegas se dispersaron por el palacio.
Momo y Shoto decidieron ir al pueblo a comprar telas y de paso ver las mezquitas de la sultana Mitsuki.
Mientras ella y el concubino principal decidieron pasar el resto de la tarde con la mayor.
— no es el momento Eijirou —dijo tomando su jugo.
— pero sultana —insistió.
— dije que no, Eijirou
— ¿qué no es el momento madre? —preguntó curiosa.
Mitsuki y Eijirou se vieron de reojo, notó como la mayor frunció el ceño con desaprobación para voltear a verla con una sonrisa.
— no es nada querida —evadió el tema—. ¿cómo han seguido tus lecciones de idiomas?
— muy bien —apretó sus labios—. aunque...El maestro no es tan bueno
— pero si es uno de los mejores maestros del imperio querida
— si pero no es tan hábil como... —se detuvo avergonzada.
— ¿cómo quien querida?
Eijirou sonrió divertido al darse cuenta del sonrojo de la rubia.
— el joven Touya es muy bueno con los idiomas —halagó el omega mostrando una expresión serena—. a veces le da algunas clases a Issey y ha aprendido rápido
