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"𝐴𝑙𝑔𝑢𝑖𝑒𝑛 𝑞𝑢𝑒 𝑡𝑖𝑒𝑛𝑒 𝑢𝑛 𝑠𝑜𝑙𝑜 𝑎𝑚𝑜𝑟 𝑒𝑛 𝑠𝑢 𝑣𝑖𝑑𝑎 "
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Tras ser raptado por los bárbaros y vendido a los lacayos del imperio enemigo de su tierra natal, Izuku decide ganarse el favor del sultán del gran imperio...
La música va con la primera escena chikes, me está gustando este nuevo shipp
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El sol del amanecer empezó a dar presencia en las tierras del imperio de las bestias gigantes, la temporada de lluvias comenzaría en Ddraig y las cosechas pronto crecerían dando abundancia al pueblo.
Las primeras lluvias serían como una caricia ligera al imperio.
Denki abrió sus ojos lentamente al sentir pequeñas gotas caer en su rostro, no se había dado cuenta que se quedó dormido en el jardín luego de hablar un poco más con el Aga.
Lo poco que recuerda es que luego de que ambos hablaran sobre cómo llegaron al palacio, se recargo en un árbol para descansar de ver con detenimiento el cielo. Shoji le dio su túnica para cubrirse a pesar de sus insistencias en rechazarlo, en eso ambos se quedaron dormidos.
Vio a su alrededor, las gotas caían de forma suave aún con el sol del amanecer, dio un respingo en su lugar ante la brisa matutina chocar con su rostro húmedo por la llovizna, sus cosas aún estaban en la mesa de mármol que en Aga le había traído.
Estaban cubiertos por la tela de las carpas para evitar mojarse.
——"¿cuando coloque eso?"
Bajó la mirada a su regazo al sentir un peso adicional moverse, abrió sus ojos sorprendido al verle ahí acostado.
Su rostro estaba sereno y su respiración lenta gracias a su pecho que subía y baja con suavidad, sus cabellos caían en sus muslos despeinados.
Lo que llamó su atención fue que su cubrebocas seguía ahí.
——"incluso lo usa para dormir"
Tenía curiosidad, Shoji no le contó la razón de aquel pedazo de tela que cubría la mitad de su rostro. Primero pensó que tal vez era parte de su traje para evitar ser reconocido pero no había razón dentro del palacio, era el único con ese cubrebocas.
Invadido por la curiosidad tomó el borde de la prenda y bajarlo de manera lenta para que el beta no lo detectará.
Soltó un chillido agudo cuando tomaron su muñeca con un poco de fuerza.
— no quieres —murmuró Shoji con los ojos cerrados pero consciente de dónde estaba y qué estaba pasando—. no te gustara lo que verás
— pero
— por favor Denki —abrió sus ojos, viendo primero esos hermosos ojos ambarinos.
Denki quedo embelesado por esos ojos obsidiana suplicantes.
El peliblanco notó que el aroma de margaritas y almendras se torno un poco fuerte, el rubio frunció un poco el ceño e hizo un puchero. Quiso reír por ver el berrinche infantil del omega al no poder saciar su curiosidad.
