ODNOLIUB | 𝐁aku𝐃eku

.01. Llegada

- ¡sueltenme! -demando el peliverde, forcejeaba contra ambos alfas intentando soltarse-. ¡no tienen ningún derecho a tocarme bastardos!

- cállate o te cortaré la lengua omega -dijo el hombre para abrir la puerta.

Ambos llegaron al camarote del barco para lanzarlo con fuerza al suelo y cerrar la puerta. El peliverde oyó como le colocaban seguro, rápido se levantó para golpear la puerta, gritaba y arañaba en vano, recargo su frente en la puerta soltando jadeos.

Sintió su garganta seca y como una capa cristalina nublaba sus ojos, cayó de rodillas para empezar a sollozar débilmente.

Otra vez, su intento de escaparse fracaso.

Vio como varios omegas, hombres y mujeres lo veían con lastima.

" tiene solo 15 años "

" oí que mataron a su familia y su pareja "

" te dije que su intento de escapar fracasaría "

" solo un suicida retaría a los dreigius "

Gruñó con fuerza para alzar la mirada y levantarse refunfuñando, se sentó en una de las camas junto a un rubio de ojos dorados.

- te dije Izuku -dijo en un pequeño susurro, saco un trapo de debajo de su almohada para empezar a limpiar las heridas del pecoso.

- no pienso rendirme Den -se dejó hacer por el rubio mientras abrazaba sus piernas.

La calidez de las manos del rubio eran el único consuelo del pequeño omega de ojos esmeralda.

- si no puedo salir de aquí entonces prefiero matarme antes que servirle a esos tiranos

- ¡shhh! -le tapo la boca del esmeralda mirando arriba-. te pueden oír

Quitó su mano con fuerza para levantarse y colgarse de los barrotes que servían como techo, los pocos guardias que estaban ahí lo vieron raro, le repudiaba, le asqueaba esas horribles alas de dragón, sus pieles escamosas y sus largos cuernos y una cola extraña.

Tomó aire para empezar a maldecirlos.

- ¡que me escuchen! -grito encolerizado-. ¡que me escuchen, yo jamás pienso servir a los dreigius ni al bastardo del sultán!

Todos lo miraron horrorizados, el sonido de las llaves abriendo la puerta los hizo voltear y retroceder amontonándose entre ellos.

Un guardia pelinegro de ojos obsidiana se acercó a paso fuerte al peliverde.

- ¿qué fue lo que dijistes? -pregunto tomando el mango de su espada, amenazando al omega-. repitelo omega, hazlo

El ojiesmeralda lo miro con prepotencia para bajarse y acercarse quedando enfrente del dragón negro, alzo la cabeza soltando su aroma.

El capitán alfa guardo su espada al ver el acercamiento del más bajo.

- que yo -sonrió con arrogancia-. JAMÁS SERVIRE AL SULTÁN BASTAR-

Antes de que terminara Izuku cayó al suelo sosteniendo su mejilla, el dragón le había propinado una fuerte bofetada, todos los omegas chillaron asustados, el aroma intenso del alfa los sofocaba al punto de que algunos se desmayarán.

- ¡Izuku! -intento acercarse hasta sentir como el capitán lo tomaba del brazo y lo lanzaba a la colcha.

- ¡amarrenlo! -ordenó a los guardias que empezaban a bajar-. sin comida ni agua hasta que lleguemos al imperio de Ddraig

Asintieron para tomar de los brazos al omega y atarlo al poste, Denki miro al peliverde angustiado, al ver cómo subían los guardias para cerrar la puerta con seguro, se acercó rápido para inspeccionar su rostro.

Lo abrazo sintiendo como el pecoso recargaba su cabeza en su hombro empezando a sollozar.

Comenzó a acariciar su cabello ruloso mientras lo envolvía con su aroma a margaritas y almendras.

Izuku seguía sin comprender.

Aún no entendía, aún le costaba procesar todo, en un momento estaba con su madre, su padre, su hermano mayor y su prometido en la vieja capilla de su pueblo rezando y ahora estaba en un barco rumbo a Ddraig para servirle a sus majestades junto a otros omegas.

Fue raptado de su familia, presenció cómo mataban a su familia, como degollaban a su madre y como clavaban la gran espada en el cuerpo de su padre.

El grito de su hermano al cortar su cuerpo y como una flecha atravesaba el pecho de su pareja.

Cerro los ojos con fuerza tragando sus gimoteos, se relajo al sentir las caricias del rubio en su cabello, alzo su cabeza levemente para ver cómo los omegas se acomodaban en las camas y colchas para dormir.

- ya debes dormir Den -susurró de manera débil, el rubio frunció su ceño para asentir con dificultad.

Le dió una leve sonrisa para ver cómo el rubio se acostaba en la cama más cercana a el, asegurándose de sentir su aroma a jazmín con manzana.

Miro por la pequeña ventana circular, la tierra donde fue su hogar, veía como se alejaba poco a poco hasta solo ver las estrellas y la luna que se reflejaba en el mar.

Soltó un suspiro sintiendo unas inmensas ganas de llorar, maldecía con todas sus fuerzas a los bárbaros que lo tomaron y lo vendieron como si fuera una mercancía.

" servirás a la familia real de Ddraig, Omega "

Ese es el problema.

Si fuera un beta o incluso un alfa, lo hubieran dejado siquiera en su hogar o hubiera sido capaz de proteger a su familia.

Pero no, nació condenado a ser un omega y ser vendido para esclavo.

Alzo la vista mirando como los guardias iban de un lado a otro con cajas y sogas. Rezaba porque se hundiera el barco para morir, o que las ratas o los guardias lo matarán de una vez.

- ya no tengo razón para vivir -susurró débilmente para sentir como una lágrima caía de su lucero verde hasta su mentón.

Ahora no le tocaba más que esperar a su cruel vida en el reino.

" dios, sálvame, te lo suplico " rezo cerrando sus ojos para caer dormido.