Personaje secundario || Ohmnanon

18

✨️Nanon.✨️

Miro la pastilla frente a mí, sé que lo lógico es tomarla e irme a la cama.

Es todo lo que debería hacer, pero no logro sacar de mi cabeza a Ohm.

He pasado horas acá, tratando de entrar en razón, y no lo logro.

La forma en que me toco, sus labios presionando los míos, su olor invadiéndome, su cuerpo apoyándose en mí.

Quiero más de eso, pero él no y comprendo.

Seguramente fue instintivo, no estaba pensando, y se fue.

Fue capaz de usar la cabeza, él ama a Toey.

No sé porqué estoy considerando una opción ir por él, me ha dejado acá, no es lo que quiere.

—Piensa bien —susurro golpeando despacio mi cabeza contra la puerta, antes de abrirla.

Es tarde, los pasillos están vacíos, y yo estoy actuando como un loco.

Me detengo frente a la puerta de Ohm, y mi mano se detiene antes de tocar.

De verdad, ¿qué estoy haciendo?

—¿Por qué tienes que venir? —me pregunta abriendo y entiendo que me ha sentido llegar.

No sé qué le causa mi olor, pero el suyo es lo mejor que he olido en mi vida.

Mi dignidad está doliéndome, estar acá es una clara invitación a más que una conversación.

No quiero una pastilla, quiero que me calme él.

—T-Te fuiste —le recuerdo como si no fuera obvio y él parpadea despacio, apoyando su mano en el marco de la puerta.

—Nanon, vuelve a tu habitación —me pide con la voz baja.

—Es que me siento mal —susurro acercándome a su cuerpo.

Coloco mi mano derecha en su pecho, y se tensa, respirando agitadamente.

—¿Me p-puedes ayudar? —me atrevo a preguntarle con mis mejillas ardiendo.

Me estoy avergonzando ahora mismo por mi comportamiento.

No puedo controlarme, estoy literalmente en celo.

Sé que ahora su lobo quiere aparearse también, puedo sentirlo en mi nariz.

Su mano pasa por mi rostro, acariciándome.

—Bésame —le pido mirando sus labios y las ganas que le tengo me impiden ser completamente consciente de lo humillante que es esto.

He venido a buscarlo a su habitación a media noche.

Siento por un momento que va a rechazarme, pero no lo hace.

Sus ojos están encendidos, y se acerca más.

La satisfacción me recorre, porque me besa, empujándome adentro.

Cierra descuidadamente la puerta, y lo veo quitarse la parte superior de su pijama.

Me apuro en desnudarme también, sin quitarle los ojos de encima.

Jadeo, ya desnudo, porque besa mi cuello, presionando sus dedos en mi trasero.

Realmente está pasando, vamos a follar y es lo que quiero.