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✨️Ohm.✨️

Es tarde ya, pero Nanon parece tener la misma energía ahora que estamos de vuelta en casa.

No se ha callado en todo el camino de vuelta, y estoy encantado.

Nunca habíamos hablado tanto antes.

—Entonces respondió, son 500 mil baths y yo cerré la boca —me cuenta girando entre los árboles de nuestro jardín— esa fue mi primera y última pregunta de la noche, porque puedo apreciar el arte sin traerlo conmigo.

—Es accesible si consideramos su valor histórico, porque son piezas originales.

Me acerco a él sonriéndole y presiono mis manos en su cintura.

—Voy a comprarte las que quieras.

—No las necesito, Ohm —dice mirando mis labios.

Paso mi pulgar cerca de los suyos, y se estremece.

Soy adicto a sentir como pierde la fuerza cuando estoy cerca.

—Quiero hacerte feliz.

Cierro los ojos, porque se estira para besarme.

Lo hace despacio, y le corresponde lento también.

Mi respiración se corta, porque soy incapaz de lidiar con los escalofríos de placer que recorren mi cuerpo.

Paso mis dedos por su cabello, atrayéndolo más a mi boca, y la intensidad con la que busca mi lengua crece.

Miro a mi alrededor al alejarme de él para respirar, comprobando que no hay guardias cerca.

Agarro su mano, para llevarlo a la puerta principal y entra conmigo, besándome otra vez.

Jadeo levantándolo a la mesa de la entrada, después de empujar con cuidado todo, para tener espacio.

Su mirada va a las escaleras, porque incluso con las luces apagadas, la luz de la luna entra por el techo.

—Todos están dormidos —susurro desabrochando su pantalón y parece pelear con su sentido común, pero no me detiene.

Muerdo su labio inferior, sacando rápido mi erección y me acomodo entre sus piernas para entrar.

No tengo que quitarle la ropa acá, sé que no es una habitación.

Intenta ser silencioso y gime en mi oído, aferrándose a mi espalda.

Paso mi lengua por su cuello, embistiéndolo con cuidado, apoyando mis manos en la madera.

Creo que puedo sobrevivir a una vida llena de reuniones aburridas, si después de ellas puedo hacerle el amor a Nanon.

Cuando empujo más fuerte, escucho el golpe seco contra la pared, justo antes de que uno de los jarrones caros que colecciona mi madre se caiga.

Se rompe en pedazos y creo que eso se ha escuchado en todo el reino.

Aclaro mi garganta saliendo de él, cuando veo una de las luces afuera prendiéndose y subo rápido mi pantalón.

Quiero reirme porque Nanon baja también, acomodando su ropa, justo antes de que llegue uno de los empleados.

Hace una reverencia al vernos, y se ve bastante confundido.

—Tropecé —digo como si le debiera alguna explicación, porque estoy nervioso.

Siento la mano de Nanon tomando la mía, y mis mejillas enrojecen, porque entrelaza nuestros dedos.

Nunca habíamos tenido muestras de cariño públicas y los guardias nos ven también, porque entrar para asegurarse de que todo esté en orden.

—Ohm lo siente —les dice jalándome— no quería asustarlos, ya nos vamos a dormir.

Cuando llega al pasillo arriba se relaja mirándome mal y yo hago un puchero.

—¿Ya vamos a dormir?

—Bueno, mi habitación está...

—Duerme conmigo, Nanon.

—¿Solo quieres terminar lo que empezamos?

—Duerme conmigo, todas las noches desde ahora.

Sonrío por la paz que siento al decirlo.

Esa vocecita en mi cabeza está callada últimamente, como si estuviera aceptando poco a poco que no tengo que estar que Toey.

Personaje secundario || OhmnanonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora