En el bullicioso mundo del periodismo, donde la verdad es moneda de cambio y las historias se entrelazan con la realidad, un joven estudiante de periodismo se ve inmerso en un encargo que cambiará su vida para siempre. Enviado a una Penitenciaria de...
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Revelaciones en la penumbra.
En el bullicioso mundo del periodismo, donde la verdad es moneda de cambio y las historias se entrelazan con la realidad, Taehyung, un joven estudiante de periodismo se ve inmerso en un encargo que cambiará su vida para siempre.
Un par de tacones resonaron por los pasillos, todos se acomodaron en sus respectivos asientos, la puerta fue abierta y enseguida la elegante mujer entró en el aula con una sonrisa en el rostro, captando la atención de todos sus estudiantes.
Buenos días, clase. Les tengo una emocionante noticia - hablo la mujer tomando asiento - Para su examen final, tendrán que realizar un reportaje sobre la vida en prisión, entrevistando a diferentes prisioneros para obtener diferentes perspectivas.
El murmullo de los estudiantes llenó el aula mientras la profesora continuaba explicando.
¿Entrevistar a prisioneros? - repitió el rubio algo preocupado a su amiga.
Eso suena asombroso - respondió emocionada.
Para hacerlo más interesante, haremos un sorteo para asignar a cada uno de ustedes un prisionero distinto para entrevistar. De esta manera, podrán experimentar una variedad de historias y puntos de vista - indico la mujer, colocando una caja sobre el escritorio - cada uno debe pasar a tomar una de las tarjetas que hay en esta caja, en ellas se les indicará los datos de sus respectivos entrevistados.
Los estudiantes se miraron entre sí con sorpresa y emoción ante el desafío propuesto. Sin embargo para Kim Taehyung, no era del todo agradable aquella decisión, él no quería entrevistar a ningún criminal, eso seria muy riesgoso.
La mayor finalizó diciendo:
Recuerden, este reportaje no solo será parte de su evaluación académica, sino también una oportunidad para aprender de experiencias reales y practicar sus habilidades periodísticas. ¡Buena suerte a todos!.
Sus compañeros asimilaron la tarea con entusiasmo y comenzaron a prepararse para adentrarse en el mundo de los prisioneros y contar sus historias de una manera auténtica y respetuosa.
Mientras tanto el preocupado rubiecito, no se atrevía a tan siquiera mirar la tarjeta color roja que le habría tocado.
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