Capítulo 19.

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Atrapado entre la fascinación de la declaración y el temor de que sus sentimientos desaten una tormenta de problemas, su corazón latía con fuerza, deseando lo prohibido pero consciente de las consecuencias que podría acarrear

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Atrapado entre la fascinación de la declaración y el temor de que sus sentimientos desaten una tormenta de problemas, su corazón latía con fuerza, deseando lo prohibido pero consciente de las consecuencias que podría acarrear.

¿Realmente sientes eso por mí? -preguntó Taehyung, su voz apenas un susurro mientras buscaba la mirada de Jungkook.

Cada palabra que digo es verdad, cariño -respondió Jungkook, posando sus manos sobre los muslos impropios, dando leves caricias.

Taehyung sintió sus mejillas sonrojarse, y su respiración se aceleró cuando Jungkook se acercó, inclinándose para depositar un pequeño beso en su nariz.

Te quiero junto a mí, Taehyung. ¿Estás dispuesto a aceptar todo lo que te ofrezco? - el periodista Kim se sintió atrapado no sabía qué responder; todo parecía suceder demasiado rápido.

Puedes embriagar mi corazón, con tu dulzura e inocencia, amor. Lo que me ofrezcas lo aceptaré, solo dime que harás lo mismo a cambio, corderito - susurró, mientras daba un piquito en sus labios.

Pero... apenas nos conocemos -logró articular, sintiendo cómo la incertidumbre lo envolvía- ¿Cómo puedes estar tan seguro de entregarme todo esto? ¿Por qué a mí?

Jungkook sonrió ampliamente y negó con la cabeza, sus ojos destellando una chispa traviesa, que desorientó al rubio.

Nos conocemos de mucho antes, corderito - respondió con un tono juguetón, pero la seriedad en sus ojos le dio un peso diferente a la afirmación. Taehyung se sintió confundido. Él jamás había visto al pelinegro antes.

Yo... jamás lo había visto antes, señor Jeon - indicó, su voz entrecortada por la incredulidad.

Dime, Jungkook, corderito. No más señor Jeon - pronunció, llevando ambas manos a la cintura impropia.

¿Puedes llamarme así? - pidió - Tienes que hacerlo, cariño, porque es lo único que deseo escuchar, cuando me encuentre entre tus piernas - confesó, sonriendo por el rubor en las mejillas del rubio.

Recuerdo muy bien aquel día, cariño - empezó el pelinegro, acercando sus cuerpos un poco más - Llevabas un traje blanco, tu cabello rubio estaba rizado. Llamabas la atención de todos a tu alrededor. Tu deliciosa fragancia flotaba en el aire, permaneciendo por largos minutos en donde pasabas. Caminabas con seguridad como un maldito modelo, tus ojos llenos de emoción, tan hermosos, tus mejillas con un leve rosado en ellas. Tu perfil siendo tan perfecto. Las malditas curvas de tu cuerpo, hacían picar mis manos por recorrerlas, hasta llegar a tu sexy y ardiente trasero - bajó sus manos hasta apretar el mismo - Quería morder tus jodidos muslos, que se marcaban tan bien bajo esos pantalones blancos, y tus labios, amor... - Jungkook llevó su pulgar hasta los labios de Taehyung, acariciándolos suavemente como si fueran algo sagrado.

La entrevista ProhibidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora