Tercera entrevista.
La sala de entrevistas estaba silenciosa, con sus paredes grises y frías que reflejaban la luz tenue de una lámpara en el techo. El aire era denso, casi palpable, como si el tiempo se hubiera detenido en ese instante. El periodista Kim, al entrar, sintió una mezcla de ansiedad y anticipación; cada paso resonaba en el suelo de cemento, amplificando su soledad.
El olor a humo de cigarrillo impregnaba el aire, creando una sensación de claustrofobia.
¿Dónde podría estar él?. ¿Acaso no le avisaron que tendrían una entrevista hoy?. Suspiró con cansancio. ¿Había llegado muy temprano, tal vez?. Miró la hora en su teléfono, era la hora acordada.
Un carraspeo le hizo sobresaltar, volteando su cuerpo de manera rápida.
Jungkook estaba allí, detrás de él, recostado contra la pared con un aire despreocupado, el humo del cigarrillo saliendo de su boca, esparciendose por todo la habitación, sus ojos reflejaban una mezcla de emoción y expectativa. Había un cambio en la atmósfera; algo más íntimo y cercano que en sus encuentros anteriores. La tensión que solía reinar en esos espacios fríos y duros se había transformado en una curiosidad palpable.
Hola - saludó el periodista Kim, intentando mantener la calma.
Hola - respondió el pelinegro con una sonrisa sutil, tirando la colilla del cigarrillo al suelo — Me alegra verte de nuevo, cariño.
La distancia entre ellos se desvaneció en un abrir y cerrar de ojos, y el periodista se encontró acorralado contra la puerta.
El corazón de Taehyung, latía con fuerza, y la tensión había vuelto, era evidente en el modo en que su respiración se aceleraba. La incomodidad era palpable, y cada segundo parecía extenderse como si fuera una eternidad.
Us-usted...no trae esposas, ¿Por-por qué?- dijo en un susurro, las manos del pelinegro le mantenían enjaulado contra el frío metal de la puerta..
Oh, eso, me las quite antes de que llegarás, cariño - pronunció sin importancia.
¿Se las quito?...¿Usted mismo?, pero eso es imposible - a su mente llegó el vivo recuerdo de su encuentro anterior, al momento de besarle había tomado sus mejillas, las esposas no rodeaban sus muñecas entonces. ¿Cómo pasó por alto aquella acción?.
Nada es imposible para mi, bonito - tomó su mentón - Además, quería tener la facilidad de poder tocarte, y esas tontas esposas solo estorbaban.
Su voz era suave, como un susurro que acariciaba su piel. Taehyung, sintió una mezcla de sorpresa y temor, pero también una chispa de emoción.
¿Tocarme? -preguntó con un hilo de voz, sintiendo cómo el corazón latía con fuerza en su pecho.
Jungkook sonrió, una sonrisa que iluminaba su rostro y hacía que el mundo a su alrededor se desvaneciera, o así era para él rubiecito.
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La entrevista Prohibida
RomanceEn el bullicioso mundo del periodismo, donde la verdad es moneda de cambio y las historias se entrelazan con la realidad, un joven estudiante de periodismo se ve inmerso en un encargo que cambiará su vida para siempre. Enviado a una Penitenciaria de...