Jaesung salió de la sala de entrevistas con el corazón latiendo con furia, sus manos apretadas en puños. La rabia lo consumía y su mente estaba llena de pensamientos confusos. Se dirigió al despacho de su padre, decidido a tomar sus cosas y marcharse.
Justo cuando estaba a punto de abrir la puerta del despacho, escuchó la voz de su padre resonando detrás de él.
¡Jaesung, detente! — gritó el alcaide, apresurándose tras su hijo. La preocupación y la autoridad se mezclaban en sus palabras.
Jaesung giró sobre sus talones, pero no se detuvo. Con un golpe fuerte, abrió la puerta del despacho y entró, su padre lo siguió rápidamente, cerrando la puerta con un estruendo que resonó en las paredes.
¿Qué crees que estás haciendo? — regañó el alcaide, cruzándose de brazos mientras miraba a su hijo con una mezcla de enojo y preocupación — Entrar a la sala de entrevistas sin autorización es inaceptable.
Jaesung levantó la vista, sintiendo cómo el calor le subía a las mejillas.
Solo quería acompañar a Tae, en su entrevista y él me dijo que podía ir — respondió, intentando justificar su presencia.
Su padre frunció el ceño, claramente molesto.
¿Acompañarlo?, enserió Jaesung, no puedes hacer algo así.
¿Por qué no? No hice nada malo — replicó Jaesung, cruzando los brazos.
¿Qué no hiciste nada malo? Por poco te vas de golpes con ese prisionero, Jaesung — regañó su padre con una mezcla de incredulidad y enojo.
Solo me defendía. Ese tipo empezó. No le tiene respeto a Taehyung — argumentó Jaesung, sintiéndose más frustrado.
Pero... ¿Por qué no hiciste nada cuando me estaba ahorcando? — pronunció con voz baja.
Su padre suspiró pesadamente y se pasó una mano por el cabello.
Taehyung ha estado aquí varías veces ya, y en ninguna de ellas ha presentado quejas sobre el prisionero 97. Estás creando problemas donde no los hay — explicó con seriedad, evadiendo su pregunta.
La confusión en la mente de Jaesung creció como una tormenta. Las palabras de su padre resonaban, pero se sentía más perdido que nunca. ¿Taehyung ya tenía días viviendo aquí?, ¿Cómo había podido pasar por alto algo tan crucial? Se sentía frustrado y, al mismo tiempo, culpable por no haber estado más atento.
El recuerdo de la amenaza de aquel tipo lo asaltó de repente, como un eco inquietante. Era imposible que estuviera afuera aquel día entonces, sin embargo así fue...— su cabeza dio vueltas — Todo parecía entrelazarse en un rompecabezas que no lograba resolver. ¿De qué se trataba todo esto? La incertidumbre lo envolvía como una sombra.
Mientras su padre intentaba explicarle algo más, Jaesung ya no podía concentrarse. Su mente estaba en otra parte, llena de preguntas sin respuesta. Sin poder soportar más la tensión, salió apresurado de la habitación, sintiendo cómo el aire fresco del pasillo le golpeaba la cara. Necesitaba aclarar sus pensamientos y entender lo que realmente estaba sucediendo.
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La entrevista Prohibida
RomansaEn el bullicioso mundo del periodismo, donde la verdad es moneda de cambio y las historias se entrelazan con la realidad, un joven estudiante de periodismo se ve inmerso en un encargo que cambiará su vida para siempre. Enviado a una Penitenciaria de...