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Izuku: Kacchan.. no tengo idea de por qué estoy aquí pero podemos hablarlo ¿Sí? Siempre... h-hay una manera de solucionar las cosas - Decía nervioso mientras retrocedía con cada paso que daba el cenizo.

Bakugo: ¿De verdad? Pero si ya lo hemos hablado antes - Clavando su mirada en aquellas esmeraldas mientras lo acorralaba.

Izuku: ¿Q-Qué? - Decía confundido - Yo no re... - Fue interrumpido

Bakugo: ¿No recuerdas aquella tarde en la azotea? - Parándose frente al peliverde.

Izuku: ¿Tarde en la azotea? - Decía confundido tratando de recordar.

En un segundo sus ojos se abrieron considerablemente mostrando una expresión de sorpresa para quedar completamente estático al recordar algunos fragmentos de aquél día.



Quizá estas confundiendo las cosas


No, estoy completamente seguro de lo que siento por ti, no puedo sacarte de mi maldita cabeza


¿¡Qué haces!?


No siento lo mismo por ti... espero que lo entiendas.

Izuku recordó la manera en la que había rechazado al pelicenizo, ni siquiera le había dado la oportunidad de hablar después de decirle que no sentía lo mismo, tal vez sí fue un poco cruel de su parte pero jamás creyó que Bakugo podría hacer algo de esta magnitud, incluso creyó que ese tema ya había quedado en el olvido porque después de eso comenzaron a llevarse un poco mejor.

De un momento a otro le llegó un pensamiento como balde de agua fría, ahora todo tenía sentido, rápidamente conectó la tarde de la azotea con estar encadenado en una habitación que únicamente tenía una cama.
Inmediatamente comenzó a ponerse más nervioso de lo que ya estaba, tenía que escapar de allí a como diera lugar así que tomó la cadena y la jaló con todas sus fuerzas mientras usaba el One For All pero se llevó una gran sorpresa al darse cuenta que no podía usarlo y comenzó a entrar en desesperación.

Bakugo: Veo que ya lo recordaste - Acercándose bruscamente mientras lo acorralaba una vez más en la pared.

Izuku estaba paralizado no sabía qué hacer ni como actuar, ahora estaba a merced de Bakugo, frente a él ya no había rastro de su amigo de la infancia más bien ahora había una persona completamente distinta y lo peor de todo es que no podía defenderse ya que Bakugo le llevaba toda la ventaja en cuestión de altura y fuerza, además de que por alguna extraña razón no podía usar su quirk, sin el One For All estaba perdido.

Bakugo: ¿Qué te parece si comenzamos a divertirnos? - Susurró en su oído para después pasar su lengua por su mejilla y finalmente llegar a sus labios - Ese día estuvimos muy cerca ¿Lo recuerdas? Pero esta vez será diferente.

El pecoso sintió como Bakugo presionó sus labios contra los de él para comenzar un intenso beso, inmediatamente apretó sus labios y trató de evitarlo moviendo la cabeza pero era inútil pues estaba completamente arrinconado en una esquina, a pesar de eso Bakugo siguió besándolo por unos minutos pero al ver que su beso seguía sin ser correspondido se molestó y se separó bruscamente, al ver esto Midoriya aprovechó y dió algunos pasos hacia enfrente pero en ese momento Bakugo se dio la vuelta y lo empujó fuertemente contra la pared.

Al sentir el impacto soltó un leve quejido y cayó al suelo debido a la fuerza con la que había sido lanzado pero solo bastaron algunos segundos para que se pusiera de pié y casí al instante dirigirle una mirada de odio al pelicenizo mientras trataba de quitar los rastros de saliva que había dejado en su rostro.

Al notar eso Bakugo se enfureció más y lanzó un fuerte golpe al rostro de Izuku que para su buena o mala suerte pudo esquivar, inmediatamente aprovechó su posición y tacleo al cenizo ocasionando que ambos cayeran al suelo.
Rápidamente se posicionó sobre él y le dió un fuerte golpe en la cara pero el segundo golpe fue detenido por la mano del más alto, de inmediato Bakugo tomó a Izuku de los hombros y lo giró dejándolo ahora a él en el suelo, se posicionó sobre el y le dió un fuerte golpe en la mejilla qué dejó aturdido al menor.

Bakugo: Será mejor que cooperes maldito idiota o todo esto será más difícil para ti - Decía sumamente molesto mientras se levantaba del suelo.

El peliverde había optado por "obedecer" al cenizo hace algunos minutos porque creía que su vida estaba en riesgo pero al descubrir su verdadero propósito estaba más que decidido a hacer todo lo posible para defenderse y evitar ser ultrajado, o en otras palabras, debía evitar a toda costa que Bakugo abusara de él.

El cenizo observó a Izuku que aún seguía tirado en el suelo, lo tomó violentamente del cabello y lo levantó para arrastrarlo hasta la cama que estaba a un metro de distancia.

Izuku: ¡Espera! ¿¡Qué estás haciendo!? - Gritaba angustiado mientras trataba de forcejear inutilmente.

Izuku comenzó a sudar y a sentir pánico pues estar en esa cama no era una buena señal para nada, Bakugo lo lanzó a la cama como si de un costal de papas se tratara y se posicionó sobre él para besarlo nuevamente.

El peliverde apretó sus labios y comenzó a mover su cabeza en dirección contraria para evitar el contacto con los labios del cenizo, pasaron algunos minutos y en uno de estos movimientos aprovechó su posición para tomar impulso y golpearlo logrando de esta manera conectarle un potente cabezazo que lo dejó aturdido.

Bakugo: ¡Idiota! - Colocando una mano en su cabeza mientras trataba de recuperarse y aún estando sobre Midoriya.

Al ver esto el más chico aprovechó y rápidamente lo empujó ocasionando qué cayera a un lado, se levantó lo más rápido que pudo y desesperado corrió hacia la puerta con todas sus fuerzas pero estaba olvidando algo.

Izuku: ¡Agggh! - Colocando ambas manos en su cuello.

Estando a mitad del camino la cadena lo detuvo ocasionando que regresara la mitad de lo que había avanzado y al mismo tiempo lo envió al suelo ocasionandole un gran dolor en el cuello sin mencionar que lo había dejado sin aliento.

Bakugo: ¡Maldito idiota! - Gritaba enojado.

Caminó furioso hacia el peliverde y cuando estaba frente a él lo sujeto del cabello para darle un fuerte golpe en la cara, después de eso el peliverde recibió uno más causando que chocara con la pared y una vez más estando en el suelo comenzaron a llegar patadas de todas direcciones, no podía hacer nada pues aún no recuperaba el aliento y lo poco que respiraba se lo sacaban a golpes.





Fin del capítulo.

¡Detente, Kacchan!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora