¡Detente, Kacchan!

18

Después de unos minutos salió del cubículo, caminó hasta estar frente a los lavamanos y se vió al espejo durante unos segundos, tenía ambas mejillas moradas e hinchadas y el ojo izquierdo lo tenía un poco cerrado, su vista comenzó a nublarse y las lágrimas empezaron a salir una vez más.

Llorar

Llorar

Llorar

¿Por qué diablos tenía que llorar? ¿Por qué las lágrimas salían sin su permiso?

Rápidamente trató de tranquilizarse, abrió el grifo y comenzó a humedecer su rostro con el agua pero sus intentos por recobrar su compostura se vinieron abajo al escuchar el sonido de la puerta abrirse y una voz que lo dejó inmóvil.

Bakugo: Sabía que estarías aquí llorando como el estúpido inútil que eres - Se puso a la par y colocó una mano sobre su hombro.

Al sentir eso Izuku comenzó a temblar como si de una gelatina se tratara pero no hizo absolutamente nada, no tenía el valor suficiente para confrontar al cenizo, ahora mismo rogaba que se lo tragara la tierra.

Bakugo: ¿Qué te parece si repetimos lo de aquella noche? - Susurró en su oído con un tono ¿Seductor?.

Deslizó la mano que tenía en su hombro para rodear ambos con su brazo, como si tratara de hacer una especie de abrazo. Dirigió su mirada al espejo que tenían enfrente y en un segundo hizo contacto con aquellos ojos color jade que reflejaban temor e incomodidad y sin poder evitarlo una sonrísa se formó en su rostro.

Al escuchar esto un escalofrío recorrió el cuerpo del peliverde ¿Acaso... planeaba continuar con eso?.

Sin previo aviso el cenizo lo tomó del cuello de la camisa y lo empujó bruscamente contra la pared quedando frente a frente, el cenizo aprovechó la situación tan favorable para besarlo de manera violenta pero en menos tiempo del que hubiera querido notó que los labios del pecoso no se movían y eso le molestaba, odiaba que ya no le tuviera miedo desde que había recibido el maldito poder de All Might, por eso tenía que recordarle cuál era su lugar y dejándose llevar por la ira le dió un fuerte golpe en el estómago.

El peliverde cayó al suelo arrodillado por la falta de aire pero antes de que al menos pudiera respirar Bakugo lo tomó fuertemente cabello y lo levantó para besarlo nuevamente con la diferencia de que ésta vez el beso estaba siendo correspondido.

Bakugo: Eres un idiota - Dijo triunfador.

Se separó del peliverde y antes de darse la vuelta para salir de los baños lo golpeó en el rostro causando que el contrario perdiera el equilibrio y cayera estrepitosamente al suelo, Bakugo lo vió sobre el hombro con satisfacción y finalmente continuó con su andar para salir de aquél lugar.

Miles de pensamientos comenzaron a llegar pero no podía prestarles atención, no en este momento.

Se levantó adolorido y se posicionó frente al espejo mientras trataba de peinar su cabello inutilmente, una vez más abrió el grifo para volver a humedecer su rostro y dió un fuerte suspiro para después dirigírse al salón de clases. Al llegar Aizawa lo dejó pasar pero no sin antes hacer algunas preguntas.

Aizawa: Midoriya - Llamó su atención - ¿Puedes explicarme qué te sucedió? - Inevitablemente comenzó a verlo de pies a cabeza.

En ese momento quedó completamente helado, no había pensado en una excusa, lo había olvidado por completo, vió a Bakugo discretamente quien al notarlo le dedicó una sonrisa amenazante.

Izuku: Bueno, verá - Hizo una breve pausa - Me caí por las escaleras... es por eso que.. no puedo caminar bien - Declaró nervioso.

Aizawa: Debieron ser muchas escaleras - Dijo con cierta sospecha.