Pintame una noche blanca

Capitulo 7

-Por supuesto mi príncipe no encantador-le respondo con ironía y me subo a su moto tomando el casco que me entrega-. ¿Cuál es el plan?

-¿El plan? - pregunta extrañado por mi respuesta-. El plan querida mía, es pasarla bien.

Sin que me dejara decirle algo más, el arranca la moto y nos vamos. Nunca he montado a moto y no puedo negar que estoy completamente horrorizada de estar en una en este momento. Sin darme cuenta, me sujeto con fuerza de Axel hasta llegar el punto de estarlo peñizcando sin querer. Aflojo un poco los brazos y rodeo su cuerpo con mis brazos echándome para adelante para estar segura.

- ¿Tienes miedo, linda? -me pregunta con cariño-. No pasa nada. Vivo haciendo esto todo el tiempo, cuando estemos a la mitad del camino se te pasará el miedo, no te preocupes.

Intento relajarme un poco, pero cada vez que intento despegar mi mente del miedo que siento, pasa un carro a toda velocidad a mi lado tocando la corneta con fuerza. ¡Esto es imposible! ¿Cómo hay personas que manejan moto? Estoy que se me sale el corazón por la boca. Axel parece darse cuenta de esto y ríe un poco acelerando un poco la moto tomando un trayecto que nunca antes había tomado antes. El pasa por un camino asfaltado, pero alrededor solo hay pura vegetación y planta trepadora que sobrepasan unos murales llenos de grafitis. El arranca a toda velocidad haciendo que las plantas hagan un zumbido extraño pero adictivo al pasar cerca.

El viento pegando en mí rostro hace que me relaje un poco más y disfruto del lugar. No sé donde estamos, nunca había visto este lado de la ciudad pero luce muy lindo, como narran los cuentos donde suelen aparecer las hadas. El camino es todo recto, no hay desviaciones ni nada, es como un gran callejón que da a quien sabe dónde.

Oh mierda...

Apenas me voy dando cuenta que ni siquiera me estoy agarrando de Axel. Tengo los brazos bien abiertos hacia el cielo como si me estuviese estirando y de sujetarme en la moto, lo hago con las propias piernas. Carajo... estoy segurísima que lo hizo apropósito para que dejara mi miedo, y desde lo más profundo se lo agradezco por esto.

- ¡Ey! Ya estamos llegando- Vocifera en voz alta por el fuerte viento.

Levanto la cabeza y veo que es así. A lo lejos llego a ver los edificio de la ciudad universitaria que están cada vez más cerca. En cuestión de minutos ya estábamos a los pies de la universidad. Axel con el menor de los cuidados se atraviesa entre los carros que pasan a gran velocidad y nos lleva a estacionar dentro de la universidad donde desde los vigilantes hasta los estudiantes nos miran mal y no es para menos, después de esa locura que cometió es imposible que no nos miren mal pero Axel hace como si nada hubiese pasado y se baja de la moto y me ayuda a bajarme también de esta.

Él toma mi mano y después de tomar las medidas para estar seguro de que nadie tocaría su preciada moto nos ponemos a pasear por toda la ciudad universitaria en busca por el resto de nuestros amigos que pertenece a nuestro "circulo". Pasamos por la facultad de medicina y nos detenemos a ver que conseguimos. Todo están en clases aun, y algunos profesores están afueras arreglando las afueras para estar listo para la fiesta.

Todo está siendo arreglado, no solo la facultad de medicina está trabajando en eso, al frente, que queda la de economía ya tienen los reflectores, pancartas y muchas cosas más para llamar la atención, como las mesitas de pasapalos y todo tipo de dulces. Axel y yo nos acercamos a las mesas y tomamos unas galletas recién hechas y con las mismas nos vamos caminando entre los edificio de las facultades para ver si nos conseguíamos a alguien.

- ¡Ay Magda~ tengo los pies muy cansado!- exclama hastiado-. ¿Busco la moto y así paseamos mejor?

Asiento con la cabeza y Axel sale caminando con rapidez en sentido contrario mientras que las chicas que van saliendo de su turno de la facultad de economía. Todas ellas se babean por Axilito y bueno, algunos chicos también lo miran con deseo y con morbo, mientras que él está que sale corriendo a buscar su moto. Me quedo viendo su imagen perderse por la multitud de estudiantes que están saliendo de clases. Sin nada que hacer y viendo que todos me están mirando raro, decido darme media vuelta y seguir caminando.