Trato

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Trigger warnings: Sexo explícito. Sexo oral, mastuirbación y cum eating.

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Andrew llegó al entrenamiento cuando este estaba casi terminando. Se sentó en la grada al lado de Neil y buscó a Dan con la mirada.

—¿No le pitas hoy?

—Pensé que necesitaba un poco de espacio —respondió Neil, sin saber muy bien si se refería al chico o a él mismo. Caminar con Dan hasta la cancha se había sentido extraño, pero sentarse en la grada y tener tiempo para pensar había hecho que tomase conciencia de todo lo que había dicho y hecho en las horas anteriores una vez se había amortiguado la indignación que sentía—. ¿Qué tal con Dobson? ¿O debería no preguntar?

—Bee ya no es mi terapeuta —dijo Andrew, que había sido dado de alta hacía años, por mucho que recurriese a ella en momentos puntuales. Neil asintió, interpretando que no aplicaba la habitual regla de que lo que hablaba con Dobson les pertenecía sólo a ellos dos—. Le he contado lo sucedido. Tengo... Estoy... No sé cómo puedo protegerlo. Protegernos. Hacerlo bien. Hay demasiadas cosas en juego.

—Es verano. La temporada no empieza hasta septiembre, tendremos tiempo de averiguarlo. En algún momento aparecerá una familia adecuada y nosotros no podemos ser peor que los Stevenson. —Andrew desenfocó la mirada, clavándola en algún punto al fondo de la cancha, pero no dijo nada—. Yo también tengo miedo.

—No lo parecía cuando has sacado a relucir tu lado bocazas —dijo Andrew, con voz átona.

—¿Lo siento?

—Mentiroso.

—Sí deberíamos haberlo hablado primero. Quizá habríamos encontrado una solución mejor.

—Demasiado tarde.

—Ya... —Neil apretó los labios. Inhaló hondo. En la cancha, Jeremy estaba haciendo recoger las pelotas a los niños y niñas. Dan miró en dirección a ellos de reojo, como si no quisiera que se diesen cuenta de que lo hacía—. Es una decisión que he tomado yo, si tú no quieres involucrarte no tienes por...

—Abram. —Andrew se volvió hacia él para mirarlo—. No voy a salir corriendo. No vamos a salir corriendo. Lo protegeré. Es un trato.

—Llamé a la policía. Tendrán puesto un ojo en la mujer. Espero que sirva de algo.

—Inútiles. Como la estúpida asistente social —dijo Andrew. Sus labios eran una fina línea. Seguía a Dan con los ojos, que todavía fingía no mirarlos desde la distancia.

—Abby llegará mañana. No me fío del expediente médico de gente que ni siquiera es capaz de respetar su nombre y quiero asegurarme de que está bien.

—A veces piensas más rápido de lo que hablas. Es sorprendente.

A su pesar, Neil soltó una carcajada. Luego se giró hacia Andrew y, sujetándole la cabeza con la mano, le plantó un beso en la sien, agradecido con él y lleno de un inmenso cariño.

—¿Sois bujarras o qué? —Dan estaba plantado delante de ellos, cubierto por una fina capa de sudor y jadeante. Andrew lo fulminó con la mirada, pero Neil no encontró desprecio en sus ojos, solo provocación que intentaba hacer pasar por odio.

—Supongo que hay términos más amables para expresarlo —contestó en tono jocoso.

—Pero sois viejos —dijo el chico y, esta vez, su cara de asco pareció genuina. Neil soltó una carcajada y hasta Andrew entrecerró los ojos y dejó escapar un resoplido.

Hasta que sea no [ANDREIL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora