Trigger Warning: Deadnaming y missgendering.
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Las siguientes cuatro horas fueron larguísimas. Después de que el señor Stevenson accediese a dejarlos pasar al recibidor de su casa para no atraer la atención del resto del vecindario, que ahora sí parecían interesados en el escándalo, los policías tomaron testimonio a Andrew y Neil. Este no tuvo inconveniente en mentir de forma descarada al negar cuchillo alguno en el suceso que habían presenciado y, cuando Andrew les dejó examinar unos segundos la manga oscura de su antebrazo derecho sin que ninguna navaja saliese a la luz, los policías dejaron de tomar en cuenta las quejas de Stevenson.
La llegada de la asistente social de Dan no mejoró mucho la situación, pero confirmó toda la información que Neil había empezado a sospechar. La policía decidió, dadas las circunstancias, no tomar medidas y dejar el caso en manos de la funcionaria del servicio de acogidas en lugar de arrestar a nadie.
—La niña no ha sido de buen trato —estaba diciendo la mujer en ese momento, un tanto intimidada por la intensa mirada de odio que le dirigía Andrew, mientras la policía terminaba de hablar con el señor Stevenson y su esposa, que acababa de llegar y que parecía más afectada que él.
—Dan. —La asistenta se amedrentó un poco—. Se llama Dan y es un niño.
—Ah... Esto... Sí. Sí, había oído que prefiere que lo llamen así.
—Entonces, si lo sabe, llámelo Dan.
—Señor Minyard, Daniela sólo tiene doce años y...
—Dan —repitió Andrew, impasible y con voz aparentemente átona. Neil le rozó el dorso de la mano con el dedo, en un gesto tentativo, y Andrew se la agarró con fuerza—. ¿Tiene doce años para que se refieran a él como monstruo, pero no para que lo llamen por su nombre?
—Dan, entonces. La verdad es que está llevando un poco... regular... el periodo de adaptación a su nueva familia de acogida y...
—No veo cómo iba a llevarlo bien —interrumpió Neil, cabreado de súbito—. Lo insultan, le amedrentan con golpes, no respetan su propia identidad... Al contrario que los demás niños, falta con frecuencia a sus entrenamientos y el otro día llegó cojeando. —Andrew le apretó la mano en señal de advertencia.
—¿Tiene pruebas de esa última acusación, señor Josten? —Neil apretó los labios. No tenía ninguna, pero tampoco dudas.
—¿Ha preguntado al niño, siquiera?
—Daniela... Dan —se corrigió la mujer al ver la expresión de Andrew— no es muy comunicativo.
—Fingiré sorpresa —dijo Andrew, sarcástico.
—Sólo digo que quizá no sea la mejor familia de acogida —insistió Neil.
—Creo que debería saber que se le ofreció a Dan regresar al centro de acogida la última vez que estuve aquí, pero la rechazó.
—Por qué será que tampoco me extraña —dijo Andrew en voz baja. Neil lo miró, comprendiendo muchas cosas no mencionadas.
—¿Y cambiarlo de familia?
—Eso lleva un proceso largo en el que ya estamos inmersos. Queremos encontrar las mejores familias para cada niño y niña que pasa por el programa, pero... —La expresión de Andrew se ausentó durante unos segundos. Hacía años que Neil no veía el verdadero vacío en su mirada. No duró demasiado, porque Andrew se volvió hacia él cuando habló.
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Hasta que sea no [ANDREIL]
Fiksi PenggemarNeil Josten y Andrew Minyard son adultos, juegan en la selección y se han comprado una casa en una urbanización de clase media para estar cerca de Kevin Day, Jeremy Knox y Jean Moreau. En la pequeña cancha de exy que hay a disposición de los niños y...