Mateo
Miraba el reloj y miraba al entrevistador, esperando que el tiempo pase más rápido de lo normal. Supuestamente, la entrevista duraba sólo media hora, y cuando más cerca de la hora estábamos, sentía que las preguntas y la charla se alargaban más y más.
Ponía mi mejor cara, cuando había dormido menos de tres horas en un solo día. Y a todo eso, yo después iba a ir a la casa de Valentín con mis amigos unos días antes de viajar a Tucumán para tener la tercera jornada contra Nacho.
Sueño, hambre y ganas de matarme eran lo que más tenía en estos momentos. No sé quién dijo que era divertido hacer entrevistas en la hora de la merienda. Iba a tener que empezar a oponerme a las ideas locas de papá.
—En cuanto a tu vida personal, Mateo, ¿sentís que de alguna forma cambió con tu despegue en el freestyle?— preguntó Jerónimo, el chabón que me estaba entrevistando.
—Lamentablemente, la exposición me llevó a dar un montón de saltos que pensé que no los iba a dar hasta más adelante. Todavía me cuesta acostumbrarme a la gente frenándome en la calle, pidiéndome fotos, gritando mi nombre apenas me ven en la vereda... no es algo que me disguste, pero es un proceso bastante tedioso— respondí, tratando de mirar lo menos posible a la cámara. Si lo hacía, me iba a acordar que estaba grabando para que lo vean miles de personas, y yo a tanto no iba a querer llegar.—. De todas formas, estoy muy agradecido del aguante que recibo diariamente, porque yo podré estar teniendo un día bajón o un día medio atareado y leer el apoyo que me dan, me sube bastante el ánimo.
—¿La exposición te lleva a ocultar a tu grupo de amigos o a conocidos que no querés que estén expuestos al reconocimiento que tenés vos?— prosiguió.
Qué capciosa que fue esa pregunta.
—En temas familiares, yo prefiero no involucrarlos para no generar una exposición que es al pedo, pero ya todo mi círculo de conocidos o amigos sabe cómo es este mambo y ellos mismos deciden si exponerse conmigo o no— informé.
—Justo me diste el pie para preguntarte lo siguiente...— dijo, y yo tuve que mirarlo con un poco de ansiedad.—. Yo creo que el público que últimamente estás recolectando, es el adolescente, más que nada las chicas, y también creo que todos tenemos la misma pregunta después de tantos videos y fotos— aclaró.
Se venía la pregunta, y yo no sabía qué respuesta dar.
—¿Estás de novio, Mateo?
Y cómo no, le di una vista rápida a mi viejo, quien estaba detrás de cámara para controlar que todo vaya bien, y me miró de tal forma que me dijo con exactitud qué tenía que decir. De lo contrario, se iba a armar un escándalo. Él ya me dijo más de una vez que tenía que tratar de esquivar ese tipo de preguntas, canchereándolas o respondiendo lo más básico del mundo.
Pero esta vez fue distinto, porque fue una pregunta directa y que se respondía con sí o con no.
Así que hice lo que mi papá me dijo con la mirada, lo cual tan errado no estaba, si hacía días no hablaba con Luna. Recién hoy la veía de vuelta.
—Nah, soltero— negué, riendo por lo bajo.
—Pero ¿soltero no disponible o soltero con ganas de picotear?
—Por ahora, prefiero concentrarme en proyectos míos y que sé que van a servir para mi futuro. Ya para más adelante sabré qué tipo de soltero soy— corregí, a lo que Jerónimo asintió confiado.
Cuando me ponía a pensar las cosas en frío, me arrepentía. Y era justo lo que estaba pasando. Quería cagar a tiros a mi papá.
Las preguntas fueron y vinieron, era un ping pong interminable, pero la entrevista culminó justo a tiempo. Me despedí de Jerónimo y le di las gracias por el respeto que me tuvo en todo momento, pero apenas puse un pie afuera del estudio, no solté una sola palabra más.
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crew; trueno.
FanfictionC || "Esto es simple: cuanta más rivalidad haya entre tu crew y la mía, más me calienta saber que preferís venirte a mi bando" Donde Luna se encuentra acorralada entre dos bandos con su amiga, y en uno de esos grupos de raperos se encuentra Mateo, l...