Anton es un alfa joven.
Wonbin un omega maduro e independiente.
Cuando sus destinos se cruzan, todo es confuso, ¿cómo el universo podría convertir a dos seres completamente diferentes en almas gemelas?
❝El destino no mintió cuando me advirtió que me...
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El sentimiento de placer no abandonaba su sistema.
Sentía su cuerpo entero vibrar con una emoción tan distinta, era reconfortante haber podido apreciar a ese omega, dos segundos bastaron para descubrir que era hermoso.
Aún podía recordar su cabello dorado, su piel blanca, su ceño fruncido, su labio cereza atrapado entre sus dientes, cada detalle estaba guardado en su memoria. Su lobo y corazón jamás habían experimentado tanta emoción al mismo tiempo, sin duda era la magia del destino lo que había logrado eso.
Dos almas encontrándose otra vez. Dos lobos enamorados llevando a sus humanos al mismo destino de todas sus vidas.
—Entonces debemos encontrar a un omega... —comenzó Sungchan.
Era temprano, los tres alfas caminaban hacia la universidad, ya que según Anton, necesitaban hablar con urgencia, debido a que el día anterior estaba tan emocionado que no logró procesarlo todo.
—¿Cómo era? —preguntó Shotaro.
Llevaba rato cuestionando lo mismo, pero la única respuesta de Anton era...
—Hermoso.
—Rasgos Anton. —pidió. —Necesitamos más información
Anton sonrió.
—Era un poco alto, no más que yo, cabello rubio, casi dorado, piel blanca... muy atractivo. —dijo como pudo. —De verdad es hermoso Taro. —sus ojos brillaron. —No se veía tan grande, estoy seguro de que va en nuestra universidad.
—¿Por qué lo dices? —quiso saber el castaño.
—Es la única cafetería cerca del campus.
—Tiene razón. —apoyó Shotaro. —Haré unas llamadas y preguntaré si alguien conoce a un omega así.
Anton asintió con una sonrisa, su amigo tenía demasiados conocidos en varias facultades, seguro podría ser de ayuda.
—Muy bien Anton, nos veremos a la hora del receso, tú solo mantente tranquilo ¿si? Vamos a encontrarlo. —habló Sungchan tomando la mano de Shotaro.
—Gracias por ayudarme.
Shotaro le revolvió el cabello.
—Nos vemos más tarde Tonnie.
La pareja de alfas se fue en la dirección contraria. Anton siguió su camino hasta su salón de clases, tomó asiento y se dispuso a sacar todos sus materiales.
—Hola Anton.
El pelirrojo alzó la mirada y se topó con Taesan, su compañero de clases, podía llamarse su amigo también, el omega era un chico de baja estatura con piel pálida y mejillas rosadas por el rubor que usaba cada día. Buena persona, a Anton le gustaba trabajar con él, era ordenado y responsable.
