Anton es un alfa joven.
Wonbin un omega maduro e independiente.
Cuando sus destinos se cruzan, todo es confuso, ¿cómo el universo podría convertir a dos seres completamente diferentes en almas gemelas?
❝El destino no mintió cuando me advirtió que me...
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Dos meses después...
Una locura.
Podía empezar por ahí, dentro de ese lapso de tiempo todo había dado un giro radical, comenzando por esas emociones borrosas que allanaban sus corazones.
Anton Lee ahora podía decir con seguridad que estaba enamorado.
Enamorado de Park Wonbin.
Sin importar qué fuera su omega destinado, él y su lobo estaban en sintonía, porque habían caído por Wonbin y su lobito berrinchudo.
Al pasar los días, solo pudo confirmar que conocerlo fue la mejor casualidad o destino que pudo haber tenido, porque descubrió en él cosas que no hallaría en nadie más. Nadie era como Wonbin.
Amaba cada parte de él, su tenacidad, esencia, inteligencia, su forma de sobrellevarlo todo y seguir de pie. Cada parte de él era perfecta, porque sin importar las trabas, jamás se rendía, y por eso también lo admiraba.
Al pasar el tiempo, también pudo conocer más facetas de Wonbin, conocerlo mejor, y compartir momentos juntos. Había logrado presenciar también su forma de defensa, fue ahí que descubrió el porqué Wonbin podía parecer muy intimidante, porque lo era, con las personas que merecían ser tratadas así.
Como la vez que estaban en una cafetería, al medio día, compartiendo un pastel de chocolate, cuando un alfa prepotente llegó al lugar y afectó la paz y tranquilidad con sus comentarios hacia el trabajador.
Ese día, incluso Anton creyó que el alfa había salido del local con más que el orgullo pisoteado.
"—Toma tu mediocridad y deja de molestarlo, ¿acaso no sabes lo que es el respeto básico? Parece que solo tienes la fachada de un alfa, porque si de verdad lo fueras, no estarías luciendo como un estúpido, tu lobo debe estar tan decepcionado, usar tu casta para intimidar a otras. —dio una risa falsa, el omega atacado permanecía detrás de él. —¿De verdad tienes tan pobre la mente? Vete de aquí antes de que este omega te enseñe lo que nadie te enseñó, hombre estúpido. “
Anton miró todo con brillo en sus ojos, Wonbin jamás bajó la mirada, incluso cuando el tonto hombre había intentado gruñirle —cosa que su lobo no quiso permitir, pero debía dejarlo—, el tipo terminó abandonado el sitio luego de que Wonbin lo amenazara con llamar a la policía y denunciarlo por intimidación y abuso de poder.
Lee admiraba la persona con la que estaba. Sentía su interior llenarse de electricidad cada que estaban juntos, cada que se besaban, abrazaban o acariciaban.
Sus días se habían pintado de muchos más colores a lado de Wonbin. Con sus citas, encuentros fugaces, marcándose con sus aromas para que todos supieran que estaban en "algo".
Y de ahí partía el único problema que tenía Anton con esto, Wonbin y él jamás se habían sentado a discutir que eran realmente, porque aunque hicieran todas esas cosas de pareja, no eran una, y eso lo llenaba de dudas, al principio creyó que exageraba, pero luego de una plática con sus amigos, desistió de eso.
