ᯓ★ capitulo veinticinco

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Reunión.

Era una noche tranquila, todos estaban disfrutando de la brisa fresca, sentados en la sala de estar del departamento de Wonbin

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Era una noche tranquila, todos estaban disfrutando de la brisa fresca, sentados en la sala de estar del departamento de Wonbin.

Hogar.

Así se sentía, porque habían aprendido que el hogar no solo son metros cuadrados a la redonda, sino el estar rodeado de la gente que quieres.

Un lugar seguro.

Donde todo espacio estaba a salvo de cualquier habladuría o vibras extrañas, solo eran ellos, una pequeña familia por elección disfrutando de su compañía.

Sungchan y Shotaro estaban a su derecha, mientras que Eunseok y Sohee a su izquierda, su pelirrojo a su frente, y todo se sentía tan bien.

Bueno, relativamente bien.

—¡Eso es trampa!

—Song Eunseok, eres un pésimo perdedor —dijo Wonbin. —Págame.

El alfa rubio bufó.

—Esto es trampa, tienes muchas propiedades, ¿cómo esperas que no caiga en ellas? —contraatacó.

—Así es la vida.

—Abuso de poder.

—Págame.

—Soy tu mejor amigo.

—Con más razón, debo enseñarte a pagar tus deudas. No es por mí, es una lección de vida —le sonrió.

—Creo que Eunseok tiene razón, te aprovechas porque tu novio es el banco y te ha de vender más barato —se burló Shotaro. —¿Estás jugando a favor de Wonbin?

Anton negó.

—Mi omega no necesita eso, él juega por sí solo.

Wonbin sonrió.

—Ya págame, Song.

El alfa asintió en derrota; mínimo lo había intentado. Le pagó con los billetes de colores.

—Ahora tendrás que mantenerme, omega. Wonbin se robó todo el capital de tu alfa —dramatizó sobre los brazos de Sohee.

El chico de castaño soltó una risa y le acarició las mejillas.

—Vamos a sobrevivir, amor.

—¿Lo ves? ¡Ellos se apoyan y tú me cobraste cuando caí en tu propiedad! —exclamó Shotaro de repente.

Sungchan rodó los ojos; su alfa era su debilidad, pero en estos juegos podía ponerse un poco más duro.

—Mi amor, me diste dos billetes y ni siquiera eran de los grandes.

Sí, muy duro.

—¡Ese no es el problema!

Sungchan lo abrazó y le regresó sus dos billetes, dándole un poco más para que dejara de tener ese puchero en sus labios.

My little big love ᯓ★ Wonton Donde viven las historias. Descúbrelo ahora