Una nueva etapa.
El departamento de Wonbin jamás se sintió tan hogareño hasta ese momento. Sabía que si pudiera viajar al pasado y contarle un poco a su antiguo yo de su vida actual, se burlaría en su propia cara.
Ahora estaba ahí, viviendo un romance con un alfa hermoso a su lado, ambos en el hogar del rubio, Anton había llegado hace un par de minutos, trayendo consigo guarniciones que había preparado para su omega.
Había días en los que comían juntos y Anton preparaba de comer en su departamento, pero había otros donde Wonbin no tenía tiempo y debía llegar a hacer tareas o trabajar en su caso. Por eso el alfa decidió dejar comida preparada para su novio, ya conocía sus mañas y no le gustaba que se quedara sin comer.
Ahora Wonbin tenía comida casera en su refrigerador, su alacena estaba llena de diversos productos, su barra con fruta fresca y más. Anton había llegado a darle forma a su casa, y amaba eso. Porque debía admitir que le gustaba ser consentido por su alfa, ser mimado y mostrar facetas que ni siquiera sabía que tenía.
—Tonnie, esto es demasiado. —habló mientras ayudaba a sacar todos los recipientes de colores.
—No omega, es lo suficiente. —respondió.
Wonbin soltó una risa y se dio por vencido, no convencería a Anton.
—¿Y qué haré con tanta comida? No creo comer tanto cachorro. —ironizó divertido.
Anton se dio la vuelta y lo rodeó con sus brazos.
—Tienes un alfa que vendrá a comerlo contigo.
El rubio le sonrió y se alzó para besar sus labios.
—Tendrás que venirte conmigo todos los días.
—No es problema para mi, omega. —atrapó el labio inferior de Wonbin, dándole un jalón que le ocasionó un jadeó al más bajo.
Wonbin acarició los brazos de su alfa y este apretó su agarre en su cintura, les gustaba estar así, sumirse en un frenesí intenso, tocar sus puntos para tenerse a pleno intemperie.
—Tengo un cachorro demasiado travieso...
Anton sonrió, bajó sus manos y amasó su trasero, dándole una mirada divertida.
—No tienes idea omega.
—¿Y si tú y yo...? —le acarició la nuca, acercándolo.
—Primero tenemos que comer. —le dio un suave azote y se alejó.
Wonbin río y siguió a su alfa, comerían y pasarían un buen rato después, amaban esas tardes, donde solo eran ellos dos, sin necesidad de más que sus lobos suspirando por sus aromas.
—Tonnie, jamás me cansaré de decirte lo mucho que me gusta tu comida. —gimió de gusto. -Está sopa sabe deliciosa.
Anton sonrió, sintiendo su lobo sentirse feliz por complacer a su omega.
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My little big love ᯓ★ Wonton
Lãng mạnAnton es un alfa joven. Wonbin un omega maduro e independiente. Cuando sus destinos se cruzan, todo es confuso, ¿cómo el universo podría convertir a dos seres completamente diferentes en almas gemelas? ❝El destino no mintió cuando me advirtió que me...