Anton es un alfa joven.
Wonbin un omega maduro e independiente.
Cuando sus destinos se cruzan, todo es confuso, ¿cómo el universo podría convertir a dos seres completamente diferentes en almas gemelas?
❝El destino no mintió cuando me advirtió que me...
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Dos meses después...
Relación. El término en general implica un compromiso, la representación de una unión mutua, donde los intereses e ideales se comparten.
Volando sobre las nubes, era la expresión que Anton usaba para definir su relación.
Park Wonbin era su cielo entero. Su descanso en un día de desastre, su rayo de luz en un tormento.
Habían pasado muchas cosas en esos meses que llevaban juntos, aprendieron a conocerse, a respetarse, a comunicarse y sobre todo a quererse y entender sus condiciones.
Anton sabía que ese era el momento donde debía entender y amar a Wonbin sobre todos los cambios que estaba pasando. Su deber como su novio era apoyarlo y llenarlo de tranquilidad en sus momentos de caída.
El omega estaba demasiado estresado, perdido dentro de su proyecto escolar, la realización de su defensa estaba resultando una fuente de estrés y problemas que el rubio estaba tratando de sobrellevar.
Había días en los que ni siquiera se soportaba a sí mismo, otros donde se encontraba tan perdido entre libros y datos que quería tirar todo y rendirse, pero claro, esa palabra no existía en su diccionario personal.
Anton solo podía estar ahí para él, ayudarlo y tenerle paciencia para que pudiera sobresalir de esa corriente que lo llevaba. No era fácil, pero trataba de soportarlo por su omega.
"—Amor, creo que deberías comer.
Wonbin negó y siguió escribiendo en su computadora.
—Bin...
El omega suspiró.
—Estoy en algo importante cariño, comeré más tarde. —dijo por fin. —De verdad, puedes irte tranquilo, comeré.
El alfa tomó el plato de comida y se sentó a lado del rubio, quien estaba concentrado en su escritura. Anton tomó una porción del plato y la llevó a la boca del mayor.
—No seré una distracción, solo come, después me iré.”
Anton también estaba estresado, estaba llevando las cosas de la universidad en sintonía, pero algunas veces también era agotador. Por esa razón tenía que abandonar la casa del mayor entre la semana, para poder hacer sus deberes y que Wonbin pudiera entenderse a sí mismo con los suyos.
No discutían, Anton entendía que Wonbin estaba sometido a una ardua tarea, no exigía ni pedía tiempo que sabía que su omega no tenía, solo se daba el momento para poder acompañarlo y hacerle saber que todo saldría bien, que era inteligente y nada lo detendría para poder demostrarlo.
Ahora se encontraba camino al departamento del omega, no lo había visto desde hace dos días, pues este estaba muy concentrado en reunir datos y organizar sus documentos. Anton tampoco había podido verlo en la universidad, por lo que decidió ir a su casa y ayudarlo un poco.
