||Extra||

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“Malos hábitos”

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Una mañana tranquila en Yokohama, los ligueros rayos e iluminantes del sol apenas y podían llegar en los oscuros rincones de dicha cuidad. Podría decirse que al ser una ciudad linda también podía tener lugares sumamente peligrosos y a su vez abandonados.

Uno de esos lugares fue en la DOA, organización criminal que fue creada con un solo objetivo. Pero sus integrantes solían ser muy diferentes entre sí. Lo integrantes más importantes eran nada más y nada menos que; Fukushi, quien era la cabeza de la organización y su trabajo a escondidas. Bram, integrante y una pieza importante de la DOA. Fyodor, era quien creaba las estrategias de cada plan. Nikolai, quien sacaba los cabos sueltos y hacia su trabajo con un resplandor impresionante. Y por último, Sigma, es quien le entregaba el dinero necesario a la organización gracias a su casino aéreo.

La mañana en la DOA era un tanto normal y aburrido. El bufón odiaba el aburrimiento, ya había ido y regresado del casino luego de haber hecho algunos actos divertidos, no era más que hacer algunas bufonerias para molestar a su amigo Sigma. Quien le hecho de su oficina por haber destruido algunos papeles importantes, admite que fue su error pero no creía que fuera para tanto. A veces el bicolor era muy exagerado con ello.

Luego de ello fue a la habitación, o mejor dicho, cuarto donde estaba encerrado Bram. Según había escuchado rumores de que estaba allí ¡Pero solo encontró un ataúd inclinado hacia una pared! Le pareció algo interesante verlo, que al abrirlo no sabía que dentro estaría la mitad de Bram encerrado.

— ¿Quién es el incrédulo en perturbar mi sueño? - Habló con una voz firme el tan famoso Bram abriendo los ojos e mirando con una molestia notoria.

— Así que... ¿Tú eres Bram? - fué lo que comento el albino, con un tono de emoción.

— Depende de quién pregunte...

Y así fue como comenzó tres horas seguidas de charla... Realmente no fue una charla, El bufón hacia de las suyas mientras que el lego a medias solo queria dormir y le dejarán de molestar. Nuevamente el albino se marcho en busca de entretenerse con algo.

Ciertamente eso de atar cabos sueltos era un buen puesto, pero cuando ya terminas de hacer la cacería. Todo se vuelve realmente aburrido y aún más si todos los demás integrantes están ocupados.

Llegó el turno de molestar a su rata favorita, apodo que al dueño no le gustaba a decir verdad. Pero como buen bufón que era, tenía que molestarle con ello e le impresionaba su increíble paciencia para sus bufonerias.

Al estar cerca de la oficina del ruso, no le fue necesario tocar la puerta cuando podía simplemente entrar gracias a su habilidad para teletransportarse. Al entrar todo estaba oscuro.. como era de esperarse, aunque al bufón no lograba ver nada y temía con tropezarse con algo. Volteando su mirada hacia la única iluminación de la habitación, donde se encontraba el ruso tecleando al frente de una pantalla de computador.

¿Nuevamente se habrá quedado toda la noche haciendo trabajo?.

Pregunta que paso por la mente del bufón, suspiro ligeramente esperando que no notará su presencia y poder asustarle. Se acercó con mucho cuidado sin hacer ningún ruido.

𝐋ιႦҽɾƚყ   || 𝐅ყσʅαι ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora