𝐋ιႦҽɾƚყ || 𝐅ყσʅαι ||

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“Galletas con sabor a ... Mentiras?”

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La curiosidad le mataba, esperaba que no fuera nada malo o que le terminarán diciendo algo que posiblemente le cambie la vida de forma inesperada.

Esperaba pacientemente a que el castaño le dijera lo que quería decir le, aunque ya empezaba a tardarse en pensar sus palabras, eso le causaba intriga e una leve inseguridad. Pensando en la posibilidad de que haya hecho u/o dicho algo malo, buscando en sus memorias alguna cosa que haya hecho mal, esperara que no fuera por la vez que quemó sus vendas solo para hacer malvaviscos. En su defensa, No tenía leña.

— Quería hablarte sobre Fyodor, Se qué.. es un tema un tanto delicado y puede ser algo difícil de ingerir pero.. - Empezó el castaño, sacando al albino de su trance para poder oir con atención. No, aún no estaba listo — Quiero que cuides muy bien de él - Finalizó el castaño con una sonrisa, esperando la reacción del albino.

Quién solo pudo soltar una risilla, le causó gracia el hecho de generar una tensión solo para ello, también sentía alivio de que no fuera nada malo.

— Lo cuidare muy bien, gracias Osamu - Palmeo el hombro del contrario y se levantó para seguir ordenando lo que le faltaba — ¿Cuánto tiempo me quedaré aquí? - Preguntó el albino, intentando sacar conversación, ya que, el castaño estaba allí haciéndole compañía.

— Puedes quedarte cuando quieras, Además, Chibi se pondrá feliz cuando lo sepa.

— ¿Chuuya no lo sabe?.

— Estoy seguro de que estará contento cuando le cuente.

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— ¡Osamu! ¡Ven acá hijo de perra!.

Un enano pelirrojo gritaba en todos lados, el enterarse que su pareja instaló a alguien en su casa sin decirle le pareció muy molesto y no debía de hacer nada para poder demostrar lo, buscándolo en todos lados y hasta en su habitación pero no sé encontraba allí. Busco en la sala para observar que no se estuviera escondiendo, allí solo vio al albino que hablaba a gusto con akutagawa, gruño enojado, ahora se dirigía a la habitación del castaño esperando que estuviera allí  y en efecto.. estaba allí sentado a gusto en la cama leyendo su libro favorito.

— ¡Al fin te encuentras caballa! ¿¡Me podrías decir que haces hospedando alguien en mi casa como si esto fuera un puto hotel!? - Se le acercó de forma amenazante, pero el castaño no reaccionó ni menos dijo nada al respecto — ¡Oye te estoy hablando maldita caballa!.

— Chibi querido, no es necesario gritar tan fuerte - Comentó el castaño cerrando su libro para posicionar lo en la mesita junto a la cama.

— Entonces respóndeme maldito - Se paro al frente de el en brazos cruzados.

— Le dije que se podía quedar por unos días, por ello espere para decirte chibi - Respondió sonriente.

— Tsk, Al menos dime qué le dijiste sobre Fyodor.

— No lo hice... Pero aún no es el momento, lo importante es que debo mantener protegido a Sigma, debo seguir ocultando lo.

— Maldito...

— Ay vamos Chibi, No te enojes conmigo - Agarro al más bajo de la cintura para sentarlo en sus piernas — ¿Podrías perdonarme?~.