🌑🔹"Acércame a tu cuerpo. Deliro cuando veo las estrellas, porque solo veo ese brillo en tus ojos que no quiero apagar. Siénteme, en medio del frio de la noche, en una cueva húmeda y fría. Hazme saber que te sient,es bien conmigo, porque así sabré...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Amity se miró un momento al espejo, mientras sus sirvientas agregaban los detalles finales a su vestido y peinado. Esa noche usaría un vestido de ceda blanco con mangas largas y holgadas, el cuál le llegaba hasta sus tobillos, con detalles en rojo alrededor de su cintura, muñecas y los bordes del vestido. Mientras, su cabello estaba suelto, con dos trenzas a los lados más una corona de flores para demostraba quien era la princesa especial de esa noche.
Sin embargó, en su mirada no había más qué cierta inquietud, puesto a qué desde qué se enteró de la verdad sobre su familia no podía dormir tranquila por las noches.
Aún no puede asimilar el hecho de qué su padre, un hombre muy tranquilo y respetado por todos, haya asesinado a una mujer inocente. Y aunque haya podido revivirla y ahora sea una de las guardianas más respetadas en su manada, la conciencia de sus acciones la carcomían. Ahora entendía el por qué tanto odio por parte de los Noceda. En especial el de Luz.
Aún no se imagina cómo pudieron ser todos estos años para ella sin su madre, con un hombre cruel y abusador, más la falta de recursos. Siempre se quejó de las camas duras o sus deberes cómo princesa. Pero la realidad le cayó cómo balde de agua fría; y nada se comparaba con lo qué tuvo qué una persona tan importante para ella cómo lo era Luz.
Además de eso, su acompañante está noche era alguien que no le agradaba mucho, y sus padres planearon esa noche para que no hubiera posibilidades de dejarle rienda libre está vez, pues no querían otro inconveniente con Noceda. Esa noche la Luna escogería a dos almas afortunadas para atarlas en un amor eterno y profundo. Por tanto, no querían tropiezos ni inconvenientes. La luna era exigente cuando se trataba de adorarla.
-¿Todo listo? -Alexander entró a la alcoba de la omega, vestido con un elegante traje de Guardia exclusivo para esa noche en detalles rojos y negros. Las sirvientas asintieron y se hicieron a un lado para qué el chico pudiera pasar por la Omega ya lista. Extendió su mano hacía ella y le sonrió un poco-. ¿Lista?
Amity suspiró, resignada, -Si, lista.
Tomó la mano del joven, y se encaminaron hasta la entrada donde se la entrego a su familia. Todos se subieron a un modesto carruaje hacía el añorado Baile.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
