Capítulo 20

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—Aquí están, mí Alpha.

Alador miró a los forasteros sometidos en el suelo por todos los guardias. Eran dos chicos jóvenes... Muy jóvenes; uno alfa y la otra una beta. Alador sintió pena por ellos.

El con cuidado se acercó, siempre a la defensiva.

—¿Quién los envío? ¿Belos?

—¿Belos? —El joven alfa se rio sarcásticamente—. Qué divertido, Alador.

—El Alpha te hizo una pregunta, andrajoso. —Dijo Darius con severidad, a lo cuál Alador lo calló un momento para seguir oyendo al chico.

—¿A qué se refieren? —Pregunto. Pero ambos jóvenes gruñeron y se transformaron para librarse de los guardias qué los retenían.

Alador retrocedió un poco. Pero de igual forma se transformó para dar lucha. El chico no fue un gran reto, así qué lo sometió fácilmente mientras sostenían a la otra chica con cuerdas.

—Escuchen: Son muy jóvenes para ser guardias. Si cooperan, tal vez los dejemos ir en libertad.

—La madre tuya te irá a decir.

—Encierrenlos —Ordenó Alador con severidad—... Por ahora.

Sus guardias acataron y tomaron a ambos chicos para llevárselos a la fuerza. Alador los miró, con clara preocupación, más qué nada.

—Estos chicos son prácticamente cachorros —Miró a Darius—. ¿Desde cuándo Belos recluta a muchachos tan jóvenes?

—Dudo mucho qué haya sido Belos.

—¿Será...?

Temían lo peor.

—Alguien los tiene qué hacer hablar —Darius se cruzó de brazos y caminó junto a Alador—. Y creó saber quién puede.

...

—¿Puedes creer eso, mamá? —Dijo una extasiada Luz a su madre, en la Cueva de la Vida mientras desayunaban junto a Eda—. Yo: Alpha de los Blight. ¿No es loco?

—Yo no veo nada de malo, en realidad —Dijo tranquilamente la morena mayor, mientras huntaba un poco de mantequilla en su tostada—. Es para lo que te has estado preparando toda tú vida, ¿O no?

—Sí. Pero, para los Noceda.

—¿Cuál es la diferencia?

—¿Y si no lo hago bien?

—Luz, todos en está vida cometemos errores. Tú mejor qué nadie lo sabes —Explicó de forma tranquila, cómo siempre solía hacerlo—. Sí no cometemos errores, ¿Qué sentido tiene la vida? Se trata de disfrutarla al máximo, con riesgos y caías para los buenos momentos.

—Quieres a Amity, ¿No es cierto? —Pregunta Eda, aún con comida en su boca.

—Mis sentimientos van mucho más allá de 'solo quererla', Eda. Y lo sabes.

—Bueno, esa es la única condición que te pusieron para estar con ella. Serías capaz de hacer todo por ella, ¿No es cierto?

Luz lo pensó, por octava vez en la mañana.

—Tengo qué pensarlo mejor.

—¡Lo qué tú digas! Ay, ya yai. Estos jóvenes de hoy en día...

Luz movió su cabeza con un poco de gracia cuando Eda se levantó de su puesto y salió de la cueva. Siguió desayunando con la poca tranquilidad qué le quedaba, mientras Camila la miraba detenidamente. Está tomó su mano, y la miró a los ojos.

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⏰ Última actualización: Oct 02 ⏰

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