🌑🔹"Acércame a tu cuerpo. Deliro cuando veo las estrellas, porque solo veo ese brillo en tus ojos que no quiero apagar. Siénteme, en medio del frio de la noche, en una cueva húmeda y fría. Hazme saber que te sient,es bien conmigo, porque así sabré...
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Se dió media vuelta y cruzó la cascada, dejando sola a una indignada Amity.
Entró en el bosque, tratando de no pensar en lo ocurrido. No sé sentía para nada bien consigo misma. Estaba cometiendo demasiados errores qué le pueden costar mucho. Le gustaba mucho la omega, tanto qué sería incapaz de irrespetarla de esa forma. Eso tal vez lo dejó demasiado claro.
Sin embargó, estaba enojada. Y no era para broma. En su vida solo cabía el respeto hacía la autoridad y sus mayores. No le gustaba permitirse errores. Y el qué Amity crea qué tiene derecho a pasar sobre todo y todos la sacaba de quicio.
Suspiró con resignación. Sí quería hacer las cosas bien tenía que acompañar a Amity hasta su manada. No sé perdonaría si ella vuelve sola y le pasa algo.
Volvió a dar media vuelta, dispuesta a ir de nuevo al lago, cuándo una cara familiar se cruzó en su caminó, colgando de un árbol.
—¿¡Tú otra vez!? —Gritó con molestia—. ¿Nunca te cansas?
—Tú madre murió cuando tenías seis años, ¿No?
Luz calló ante esa pregunta repentina. Su corazón se apretó en su pecho al igual qué sus labios al recordar ese día donde el infierno en su vida se volvió peor.
—Eso... Eso es correcto. ¿Ha qué quiere llegar con todo eso?
—¡Luz!
La mencionada fijó su vista en el bosque, dónde Amity corría hacía ella apresurada. La alfa pasó de lado a la de pelo gris con naranja y fijó su total atención en Amity. La señorita tomó sus brazos y la miró fijamente a los ojos.
—Tengo qué hablar contigo. Tienes... ¿Bruja? —Cambió sus expresiones al reconocerla—. ¿Qué hace aquí?
La mujer miró a la princesa, y luego su vista pasó a los ojos dorados de Luz.
—Tú madre quiere verte.
—Eso es imposible. Está muerta. —Recalcó lo último.
—¿Qué? —La omega vio incrédula a la alfa—. Luz, nunca me lo contaste...
—No. No lo está. Quiere verte en este momento. —Insistió la de pelo gris.
—Ya me cansé de esto.
Estaba apuntó de irse cuando Amity dijo hacía la mujer:
—Espera. ¿Hablas de la Líder Camila?
La morena paró en seco al oír ese nombre salir de su boca. El aire se le fue de inmediato, y su pecho se oprimió aún más.
Se volteó rápidamente hacía la castaña, con una expresión estupefacta.
—¿Cómo sabes ese nombre? —Fue un susurró lo que salió de sus labios, pues no encontraba aliento alguno para hablar.