🌑🔹"Acércame a tu cuerpo. Deliro cuando veo las estrellas, porque solo veo ese brillo en tus ojos que no quiero apagar. Siénteme, en medio del frio de la noche, en una cueva húmeda y fría. Hazme saber que te sient,es bien conmigo, porque así sabré...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Al otro lado de la cueva, Boscha acomoda su ropa para acercarse a la familia real con elegancia para ser el salvavidas de su amiga esa noche.
—Alpha Alador, Madre Odalia, un gusto verlos está noche —Se inclinó con respeto hacía su líderes.
—Oh, Boscha querida. Una de las alfas en entrenamiento. Nos da gusto verte está noche. —Saludo Odalia, encantada.
—Con su permiso me gustaría sacar a bailar a Amity. Mis amigos y yo la extrañamos mucho. —Pidió la pelirroja con respeto. Miró a la omega, la cuál la veía con una sonrisa esperanzada.
—Totalmente no. —Gruño Alexander de inmediato, de cierta forma celoso. Amity miró a su padre en busca de ayuda.
—Oh, vamos Alexander. Es su mejor amiga. No pasa nada.
El joven, resignado, dio un paso atrás, sin nada más que decir ante su alfa. Blight saltó de su puesto para tomar la mano de la pelirroja y correr hacía la gente bailando.
—¿Cómo han estado? —Preguntó de inmediato la omega al estar lejos del oído de su familia —. ¿Haz visto a Luz?
—Mhm, tal vez.
—¿Cómo qué tal ve...
Pero antes de qué pudiera terminar la pregunta, la alfa la hizo girar con fuerza y la soltó entre la multitud, siendo atrapada por Willow.
—¡Willow! —Amity sonrió y abrazo a su amiga con cariño mientras bailaban—. Te he extrañado mucho.
—Yo también —Sonrió la ojiverde—. No sabes cuántas cosas tengo qué contarte.
—Yo también. Pero primero, me gustaría saber dónde está luz. ¿Vino a fin de cuentas?
—¡Atrapa!
La beta lanzó otra vez a la chica, está cayendo en los brazos del pequeño Gus, haciéndola reír.
—Buenas noches, princesa Amity. ¿Me concedería está pieza?
La Blight río, —Me encantaría. Pero el primer baile se lo estoy guardando a otra persona.
—Oh, entiendo. Entonces la ayudaré con eso.
—¿Ayudarme?
Hizo girar a la omega otra vez, está vez más fuerte que antes. Sin saber dónde estaba, cayó en los brazos de otra persona. Al abrir los ojos, vio a primera vista el rostro de Luz, está sosteniéndola de la cintura para evitar su prominente caída al suelo.
—Hola, princesa. ¿Me concedería está pieza? —Preguntó, ofreciéndole su mano. La omega, totalmente emocionada, no tuvo palabras salvo un:
—¡Luz!
De inmediato abrazo a la alfa, la cuál la recibió en brazos. Había extrañado su característico olor, y su piel tan suave cómo la de un niño.
—Si viniste. —Amity se separó, mirando a los ojos, mientras Luz sostenía su cintura con ambas manos.
