Capítulo 7

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-Qué mal juicio tienes de mí

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-Qué mal juicio tienes de mí.

-No es eso. Todos confiamos en que harás lo mejor para la manada. Nuestra esperanza para una mejor vida y la justicia para nuestra madre está puesta en ti. No puedes echarte para atrás solo por unos ojos lindos. No pienses mucho y actúa rápido. Piénsalo así: ¿Crees que después de que hagas lo que hagas, Blight querrá mirarte de nuevo a los ojos?

Esas últimas palabras marcaron algo en Luz. Pensó en eso un momento, y la idea de qué Amity vea a su padre muerto a mano suya se le clavo en la mente como la espina de un erizó.

-Nosotros nos vamos. -Dijo el rubio al ver que la chica quedó totalmente hundida en sus pensamientos-. Gracias por el pollo. Pero tenemos que irnos si no queremos qué nos descubran aquí -Vee caminó tras su hermano hacía la puerta-. Nuestro rastro tardará en desaparecer por completo, así qué no volveremos aquí en una o dos lunas llenas.

-Ya váyanse -Luz los empujó hasta la puerta para luego abrazar a ambos-. Los quiero par de tontos.

-Nosotros a tí también, Luz. -Vee dijo-. No le vamos a decir nada a Belos, lo prometemos.

-Más les vale. -Rio la alfa.

La luz se hizo de nuevo, mascando un nuevo día en las Islas Hirvientes

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La luz se hizo de nuevo, mascando un nuevo día en las Islas Hirvientes. En la manada todos se levantaron para empezar la mañana desde muy temprano; los puestos se abrieron, las omegas de casa abrieron sus ventanas para sacudir sus trapos para la limpieza, y los alfas y betas salieron a sus trabajos y/o a cazar comida para proveerles a sus familias como era de costumbre.

Amity, en su hogar, ya había desayunado y aseado para arreglarse y empezar el día. Con sus hermanos hermanos salió a la manada a cumplir sus tareas primeramente; una de ellas era recibir que todos estuvieran bien, con suficiente comida, medicinas y una buena vivienda. de no ser hacer se encargarían de auxiliarlos en lo que sea. 

A la princesa le gustaba esto, puesto a qué quería asegurarse de que cada omega, alfa, beta, niño o niña se encontrara bien. Aunque no lo parezca no solo se preocupa por ella.

Después de eso se encamino a la casa de Willow, dónde los señoras Park le abrieron para entrar al patio trasero dónde ya estaban Willow, Gus y Boscha esperando.

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