🌑🔹"Acércame a tu cuerpo. Deliro cuando veo las estrellas, porque solo veo ese brillo en tus ojos que no quiero apagar. Siénteme, en medio del frio de la noche, en una cueva húmeda y fría. Hazme saber que te sient,es bien conmigo, porque así sabré...
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Apenas el sol salió del horizonte y pego directo en sus ojos, Luz se levantó de su cama, se cambió de ropa y se hizo su café mañanero como era de costumbre. Era su séptima Luna en este lugar, y ya se estaba acostumbrando. Además, gracias a la ayuda de Amity y los gemelos pudo conseguirle una puerta a su vivienda, una cama y un par de mueves a su gusto; solo para estar un poco más cómoda.
Sin embargo, alguien tocó la puerta de su pequeña cabaña. Sus ojos se volvieron dorados y sus instintos se activaron.
Abrió la puerta solo para a Boscha frente a ella, con una taza de café a sus espaldas.
—Noceda. —Habló con cierta vergüenza, sin mirarla a los ojos. Luz sonrió divertida, ya sabiendo lo qué quería.
—Paga —Alzó su mano, y la chica sin más le dio un par de caracoles—. Ya te doy una taza.
—Gracias.
Cómo era normal en todas sus mañanas desde qué se íntegro a Los Blight, del café qué estaba haciendo le dio media taza a la pelirroja. Está aún avergonzada le dio las gracias otra vez y se fue rápidamente de ahí.
Después de cazar su desayuno, comerlo, lavarse los dientes con carbón y terminar su taza de café tomó una cambió de ropa, una pequeña toalla de lana qué Amity le había regalado y se dirigió a un pequeño lago que estaba cerca de dónde se alojaba.
Luz colgó sus cosas en un pequeño árbol qué había cerca, y miró bien sus alrededores para asegurarse de qué no hubiera nadie para deshacerse de sus pocas prendas de vestir. Se metió al lago y comenzó su rutina de limpieza. Era importante esto para ella y su cabello, sino no se vería tan brillante y esponjoso en su forma de lobo como siempre.
Sin embargó, no se dio cuenta cuándo Amity se acercó al lugar, buscándola. La omega al reconocerla se escondió rápidamente tras un árbol qué había cerca y asomo un poco su vista para verla. Debía admitir que se veía hermosa, esculpida y fuerte cómo cualquier alfa, y eso qué solo estaba viendo su espalda y brazos. Si la había visto algunas veces con tan solo un top cortó y shorts, pero jamás al total desnudo, y menos con su piel mojada.
Cuándo Noceda empezó a salir del agua rápidamente volvió a esconderse detrás del árbol. Luz tomó la tela qué traía consigo y empezó a secarse.
Hubo un momento en el qué suspiró y dijo en voz alta:
—¡Ya sé qué estás ahí!
Amity maldijo por lo bajo, con sus mejillas sonrojadas. Lentamente salió de su escondite, justo cuando Luz ya terminó de vestirse.
—No creas que...
—¿Me estabas espiando?
—¡No¡ Solo... Te estaba buscando y no quería interrumpir...
—¿Tan roja te pusiste solo por un cuerpo?
La chica no dijo nada ante su sonrisa divertida, solo se cruzó de brazos y apartó la cabeza para que la alfa no vea su sonrojado rostro.
