Capítulo 30.

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... Quizás no tendría que pasar por ésto solo como había estado pensando en todo este tiempo.

—Xie Lian, ¿Qué pasa? ¿Pasó algo? ¡Habla!

Al ser sujetado y levemente sacudido por Mu Qing, sonríe y lo toma de ambas manos con cariño, mirándolo como también hacia los otros dos y dice:

—Amigos, vinieron.

Tras un leve resumen de los hechos y también la disculpa de Shi Qing Xuan por haberse quedado encerrado en el baño gracias a Qi Rong, no hubo nada más que contar por el momento.

Y así los días habían pasado con calma, las idas entre su hogar y el hospital eran el tramo recorrido por esta última semana de verano.

Ya en casa, tiene a un omega que acaba de dar a luz el cual se encuentra en cama, no come mucho, tiene los nervios exhaltados, muy a parte de los dolores en su cuerpo que lo molestan bastante.

Por otra parte, el hurón blanco tiene dentro de su habitación una cuna con seda blanca y suave a lado de la cama como también pañales y biberones en el estante del bebé.

Tomó algunos cursos en línea y leyó libros sobre el cuidado de recién nacidos pero se ha dado cuenta que la práctica es mucho más difícil que la teoría.

En los anteriores días pidió un permiso especial en el colegio, consideraron tal petición por el repentino nacimiento de su sobrino, aunque al final sabe muy bien que San Lang tuvo que ver con ello.

Tiene ligeros bultos bajo los ojos, no pudo dormir en toda la noche, estuvo cuidando del pequeño cachorro, tiende a atragantarse con la poca leche de fórmula que consume, no está acostumbrado, necesita el aroma y la leche de su mamá y al no poderlos obtener resulta difícil pues hasta en  algunas ocasiones se niega a comer.
Si esta situación continuaba, podría llegar a fallecer.

Este pensamiento lo ponía ansioso, tanto que ya no puede conciliar el sueño por las noches, sabe que debe cuidar mejor del pequeño.

En este momento tiene a sus amigos en la sala de estar, todos muy emocionados miran al niño que toma una breve siesta.

Feng Xin tiene una cara seria y llena de indignación como también sus palabras.

—No entiendo, pero ¿por qué no puede alimentarlo? Es su hijo.

—Quizás es difícil comprenderlo ahora... Ya que ni siquiera puede aguantar tenerlo cerca.

El alfa y los omegas presentes se miran entre sí, ya habían hablado sobre ésto en el hospital pero esperaban que Qi Rong aceptará a su cachorro poco a poco pero no fue así.

—Quiero que seas sincero, te pidió que te quedarás con él, ¿no es así?

Las palabras de Mu Qing lo toman de sorpresa, guarda silencio, el omega continúa.

—Lo sabía, es por éso que vino y se quedó.

—Es mi sobrino y lo criaré como si fuera mi propio hijo...

–¡Xie Lian!

—Mu Qing, sabes porque lo hago. Además será hermoso tener un hijo.

—Xie Lian, pero....

—Shi Qing Xuan, ya se a que te refieres.

—Si lo haces....

—No podré casarme pero éso no importa. Yo, haré lo posible para que no le falte nada, lo amaré como si realmente fuera mío.

Todos tienen miradas melancólicas, y era exactamente así.

Un omega soltero y con un cachorro no podría llegar a tener un compañero, pues los instintos en los alfas eran mucho más fuertes que la razón.

Un hilo rojo, una flor y mariposas. (HuaLian) (Au moderno) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora