Capítulo 36.

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El ambiente está un poco más frío de lo habitual muy a parte del ligero viento que sopla a causa de la estación del año en el que se encuentran ahora.

O la principal razón sea porque las feromonas de ambos alfas se repelan entre sí pero no llegan a chocar con el hurón quien sólo puede sentir el breve toque de algunas por parte de Hua Cheng, sin olvidar el aroma embriagador que inunda sus sentidos.

Una mezcla entre fuerte, decidido y suave como una cola de conejo.

Xie Lian no puede soportar más el silencio entre ellos, mira hacia aquel hermoso rostro que lo observa sonriendo y de buen humor.

—San Lang, ahora... tengo una salida pendiente con Jun Wu. Espero vernos después.

—Gege, creo que no será así.

—¿?

Los pasos acercándose, captan su atención. El rostro antes calmado del león se encuentra serio y un poco molesto.

—¿Jun Wu?

—Xian Le discúlpame, hoy no podremos tener la cita que programamos. Espero que me perdones.

—No, no hay problema, será entonces en otra ocasión.

—Prometo que te lo compensare con creces.

—No hace falta.

—Claro que sí, porque vales mucho y en serio lo vales.

Antes de que el alfa pueda tomar su mano y besarla, ésta es apartada y sujetada con devoción por el zorro rojo.

—Lo sabe.

Las palabras de San Lang son dichas sin titubeos ni rodeos.

—Es bueno saberlo.

Intentando mantener la postura de un buen hombre de negocios, continúa sonriendo tranquilamente y mira al hurón que no ha dicho ni una palabra.

—Xian Le, te veré pronto.

—Mn. Hasta entonces.

Luego de mirar tiernamente a Xie Lian, sus ojos lanzan una rápida y furiosa mirada hacia el zorro  que se encuentra sonriendo, tiene una de sus manos sobre el hombro izquierdo y la otra sobre la mano derecha del hurón.

Luego de ese último vistazo su rostro cambia totalmente de expresión para luego subir a su coche rápidamente y salir del lugar.

Aquel toque suave sobre sus dedos y su palma hacen que un cosquilleo recorra lentamente su ser.

Esta era la primera vez que San Lang lo tocaba desde el incidente en las afueras de su apartamento, momento en el que le dijo que era mejor no volverse a ver.

Luego de las situaciones vividas, las coincidencias, los malos entendidos la ayuda recibida y las atenciones por parte del zorro habían hecho mucho más llevadera la relación pero no hubo ni una sola vez que intentara acercarse como lo hacía antes que cuando la confianza era plena.

Aquella falta de contacto le había hecho entender que quizás San Lang habría perdido el interés en él, después de todo Xie Lian se veía así mismo como un hombre con muchos problemas, problemas con los que para cualquiera sería fastidioso lidiar.

Pero ahora se veía aquella clase de interacción entre ellos, se necesitaba tan solo un toque para que el corazón del hurón sufra espasmos.

Ya con las manos alejadas, y la distancia adecuada el alfa lo mira sonriendo.

—Gege, entonces ya que no saldrá con Jun Wu. ¿Podría tener una cita conmigo?

Definitivamente no esperaba esa pregunta, su rostro se tiñe de un sutil rojo, no puede contestar.

Un hilo rojo, una flor y mariposas. (HuaLian) (Au moderno) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora