Capítulo 40.

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Un momento de silencio es el que ahora se muestra en aquel pequeño café, las personas alrededor también se dan cuenta de la presencia de dos alfas dominantes, no hay muchos comensales pero el ambiente es simplemente abrumador.

—San Lang... ¿Qué haces... aquí?

Luego de realizar esa pregunta se da cuenta de lo tonto que sonó. Obvio que estaba aquí para tomar un café o algo.

Mirando nuevamente hacia el hurón, y con la presencia de la sonrisa despreocupada que lo caracteriza responde.

—Gege, pasaba por aquí y los vi. Quise saludar, espero no haber interrumpido algo importante. Si es así me disculpo.

—De hecho, lo hiciste.

Mirando hacia la expresión molesta y de disgusto del alfa león sólo vuelve a sonreír con más énfasis pero sin verse tan obvio.

—Entonces, me disculpo nuevamente.

Ante la disculpa no muy sincera y la repentina intromisión del zorro rojo en el local tienden a molestar aún más a Jun Wu pero ésto no hará que pierda los estribos.

Mirando hacia el hurón, calma sus sentidos y pone en orden sus palabras, dice suavemente.

—Xian Le...

—Gege, será mejor si nos vamos ya a casa.

El toque suave sobre sus manos y la mirada constante sobre él hacen que sus sentidos sólo se centren en el alfa que tiene en frente.

—San Lang...

Viéndose totalmente fuera de lugar y extremadamente ignorado, sus sentidos alfa se ponen nuevamente a prueba. Sin usar demasiada fuerza toma el brazo del hurón.

—Xian Le.

Aquel llamado llega a sus oídos, su brazo es tomado con algo de fuerza, mirando hacia Jun Wu se da cuenta de la situación en la que se encuentra, intenta mejorar su estado.

—Jun Wu, discúlpame. Será mejor que me vaya.

Viendo como el agarre está lejos de retirarse, toma suavemente el brazo de Xie Lian de la mano posesiva para luego mirar hacia el otro alfa con ojos totalmente fríos.

—NO LO TOQUES. TE LO PROHÍBO.

La voz de mando suele ser solemne sin la necesidad de subir el tono de voz, puede intimidar a todos aquellos que se encuentran alrededor muy a parte de las feroces feromonas que se emiten.

—ÉL VINO CONMIGO Y SE IRÁ CONMIGO.

La otra voz demandante no se hace esperar demasiado. Su mano que intenta tomar la frágil muñeca del omega es frenada de un sólo movimiento por el zorro rojo sin que pueda volver a intentarlo.

—NO LO TOQUES.

Después de aquella frase, mirando hacia Xie Lian y cambiando drásticamente su expresión a una de ternura, habla muy cerca de su oído izquierdo, como si así intentara calmarlo y consolarlo ante la última escena vivida.

—Gege, ¿vamos?

Mientras asiente luego de un breve momento de silencio, el alfa de rojo mira con excesiva agresividad a Jun Wu que hasta el momento no había vuelto a emitir palabra alguna.

Puede ver como ambas personas se alejan lentamente, no puede evitar apretar los puños.

No había querido actuar precipitadamente ante la persona que llama su atención de manera romántica, actuar de una manera agresiva y salvaje no era lo suyo. Y es así como quería de Xie Lian lo viera siempre.

Un hilo rojo, una flor y mariposas. (HuaLian) (Au moderno) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora