Entre Libros & Suspiros ~ HERMIONE GRANGER

Un Respiro en las Fiestas

Perspectiva de Chloe

La semana de las vacaciones de Navidad había llegado y, a medida que el Gran Comedor se decoraba con guirnaldas y luces encantadas, el ambiente en Hogwarts se tornaba festivo. Sin embargo, para mí, el bullicio en el castillo solo destacaba la ausencia de mis padres, con quienes no he tenido noticias desde hace semanas. No había recibido ninguna carta, y la preocupación se estaba volviendo una constante en mi mente.

En medio de los preparativos para el regreso a casa de muchos estudiantes, Hermione se me acercó mientras estábamos en el Gran Comedor, con una mirada decidida y un leve rubor en sus mejillas.

— Chloe, me preguntaba si te gustaría pasar las fiestas de Navidad con nosotros en la Madriguera — dijo con una sonrisa cálida. — Mis padres estarán de viaje por negocios durante las vacaciones, así que la pasaré con Harry y los Weasley. —

— ¿En serio? — pregunté, sorprendida pero encantada. — ¡Eso sería maravilloso! Aunque, sinceramente, no esperaba una invitación.—

— Me alegra que aceptes. Quiero que estés allí, especialmente ahora que todo ha cambiado entre nosotras — respondió Hermione con una mirada de cariño.

La invitación a pasar las fiestas con los Weasley me dio una sensación de alivio, y al mismo tiempo, me hizo sentirme más conectada con Hermione. El hecho de que ella me invitara, especialmente después de lo que ocurrió y de nuestra reconciliación, me hizo sentir que realmente estábamos construyendo algo especial entre nosotras.

[...]

Esa tarde, cuando salí de la biblioteca, me encontré con Ginny, que se acercó con su habitual energía.

— ¡Chloe! — exclamó, dándome un abrazo rápido. — ¿Preparada para la Navidad? He escuchado que Hermione te invitó a pasar las fiestas con nosotros.—

— Sí, estoy muy emocionada — respondí, sonriendo. — Aunque, entre tú y yo, no puedo evitar sentirme un poco nerviosa.—

Ginny, con una sonrisa cómplice, notó la forma en que miraba a Hermione, que estaba cerca hablando con unos amigos.

— He notado cómo se miran — dijo Ginny en tono bajo. — Hermione parece estar en una nube desde que resolvieron las cosas. Y, sinceramente, me parece que hay algo más entre ustedes.—

No pude evitar sonreír ante su observación.

— Tal vez — respondí, con una mirada hacia Hermione que estaba sentada al otro lado del Gran Comedor.

Justo en ese momento, Dorian apareció, se acercó y me saludó con una sonrisa algo nerviosa.

— Chloe, ¿podemos hablar un momento? — preguntó.

— Claro, Dorian. ¿Qué sucede? — le respondí, tratando de mantener la calma.

Nos apartamos un poco del bullicio y me hizo una leve inclinación de cabeza para hablar en privado.

— Quería disculparme por lo que ocurrió antes. No era mi intención hacerte sentir incómoda — dijo, su voz llena de sinceridad.

— No es necesario que te disculpes, Dorian — dije. — Fue inesperado, pero no estoy molesta. A veces, las cosas suceden.—

— Me alegra escuchar eso — respondió, con una expresión más relajada.

— Estamos bien — le aseguré.

Dorian asintió, dándome una ligera sonrisa de apoyo antes de que regresáramos al bullicio del Gran Comedor.

[...]

Mientras la fecha de la Navidad se acercaba, me sentía aliviada por la invitación de Hermione y por la oportunidad de pasar las fiestas con los Weasley. A pesar de la preocupación por la ausencia de noticias de mis padres, había algo reconfortante en saber que no pasaría las fiestas sola.

En las últimas horas antes de partir a la Madriguera, me encontré con Hermione en uno de los pasillos de Hogwarts.

— Chloe, sólo quería decirte que estoy muy contenta de que vengas con nosotros — dijo Hermione, con una sonrisa cálida que hizo que mi corazón latiera un poco más rápido.

— Yo también estoy contenta — respondí, tomando su mano en un gesto que era más significativo de lo que parecía. — Será bueno tener una pausa y estar con amigos.—

— Sí, y me alegra que podamos disfrutar de este tiempo juntas — dijo Hermione, acercándose un poco más.

Antes de que pudiera responder, una ligera risa y un murmullo llamaron nuestra atención. Era Ginny, que se había acercado para decir adiós.

— ¡Nos vemos en la Madriguera! — exclamó Ginny con una sonrisa cómplice. — No olviden llevar algo lindo para las fotos navideñas—

Hermione y yo compartimos una sonrisa tímida mientras Ginny se alejaba, y me sentí más aliviada y emocionada por el tiempo que pasaríamos juntas.