Perspectiva de Chloe Montgomery
El murmullo de la Sala Común de Slytherin me despertó mucho antes de lo habitual. Me estiré perezosamente, permitiendo que el suave susurro de las voces y el crepitar del fuego en la chimenea me devolvieran a la realidad. Era un nuevo día en Hogwarts, y me sentía emocionada por lo que me esperaba. Sin embargo, algo dentro de mí sabía que este día no sería como los demás.
Me vestí rápidamente, envolviéndome en mi capa verde y plata con orgullo. A pesar de las controversias y los prejuicios que a menudo acompañaban a los estudiantes de Slytherin, sentía que este año traía consigo una nueva oportunidad para redefinirnos. Y parte de esa redefinición comenzaba conmigo.
Mientras bajaba por las escaleras hacia la Sala Común, vi a Dorian Flint hablando con un grupo de compañeros. Él levantó la vista y me saludó con una sonrisa. Aunque había conocido a Dorian desde el primer año, nuestros caminos no se habían cruzado tanto hasta ahora.
—Buenos días, Chloe —dijo Dorian, acercándose.
—Buenos días, Dorian —respondí, devolviéndole la sonrisa.
—¿Lista para otro emocionante día en Hogwarts? —preguntó con un tono que sugería que sabía algo que yo no.
—Siempre estoy lista para una sorpresa —contesté, un poco intrigada.
Dorian asintió y luego, con un gesto de complicidad, se despidió para reunirse con sus amigos. Había algo en su mirada que despertaba mi curiosidad, pero lo dejé pasar mientras me dirigía al Gran Comedor para desayunar.
[...]
El Gran Comedor estaba lleno de energía como de costumbre. Los estudiantes se reunían en sus respectivas mesas, intercambiando historias y risas mientras el aroma del desayuno flotaba en el aire. Encontré a Ella en nuestra mesa de Slytherin, ya absorta en una conversación animada sobre el próximo partido de Quidditch.
—¡Chloe! —exclamó Ella, haciéndome un gesto para que me uniera a ella— ¿Sabías que las prácticas de Quidditch empiezan hoy?—
—Lo sé, y estoy ansiosa por ver cómo se desempeñará el equipo este año —respondí mientras tomaba asiento junto a ella.
Ella sonrió con entusiasmo, y yo sabía que su entusiasmo por el Quidditch coincidía con el mío. La temporada pasada había despertado en mí un amor por el deporte que no había anticipado, y ahora estaba decidida a ser parte del equipo.
Mientras nos servíamos el desayuno, mi mirada se cruzó con la de Hermione Granger en la mesa de Gryffindor. Ella estaba conversando con Ginny y parecía relajada, aunque todavía notaba la ligera sombra de preocupación en su rostro.
[...]
Después del desayuno, me dirigí a la clase de Pociones con Ella. El profesor Slughorn, con su habitual entusiasmo, comenzó la lección con una poción complicada que requería la atención total de todos los presentes. Aunque las clases de Pociones siempre habían sido desafiantes, disfrutaba del reto y de la oportunidad de mejorar mis habilidades.
A medida que avanzaba la clase, noté que Hermione se movía con confianza por la sala, ayudando a los demás estudiantes y respondiendo a las preguntas de Slughorn con una facilidad que me impresionaba. A pesar de mis intentos de concentrarme, no podía evitar sentirme un poco nerviosa cuando nuestras miradas se encontraban.
—¿Todo bien, Chloe? —susurró Ella desde su lado del caldero, notando mi distracción.
—Sí, solo... un poco nerviosa, supongo —admití, intentando enfocarme de nuevo en mi poción.
Después de la clase, mientras recogíamos nuestras cosas, Hermione se acercó a mí con una sonrisa amigable.
—Hola, Chloe. Tu poción se veía genial hoy —comentó, su tono cálido y sincero.
—Gracias, Hermione. La tuya también fue impresionante como siempre —respondí, tratando de mantener la compostura mientras sentía cómo mis mejillas se sonrojaban ligeramente.
—Si alguna vez necesitas ayuda con alguna poción, no dudes en preguntar —dijo antes de despedirse para unirse a Ginny.
Verla alejarse me dejó con una mezcla de emociones que aún no entendía del todo. Hermione era una persona increíblemente talentosa y amable, y su amabilidad me había afectado más de lo que había anticipado.
[...]
Esa tarde, Ella y yo nos dirigimos al campo de Quidditch para asistir a las prácticas del equipo de Slytherin. El aire fresco y la emoción de la competencia llenaban el ambiente mientras los jugadores se preparaban para volar por el cielo.
Observé desde las gradas mientras los jugadores tomaban sus posiciones y comenzaban a practicar las jugadas. Ginny, como capitana de Gryffindor, ya estaba en el campo liderando a su equipo. Era inspirador verla en acción, y no pude evitar sentir una punzada de deseo de estar allí también.
Mientras los jugadores volaban, noté que Dorian estaba entre ellos. Su habilidad en el aire era impresionante, y su confianza en el campo solo servía para aumentar mi admiración por él. Sin embargo, mi atención se desvió cuando vi a Hermione aparecer en las gradas, acercándose para unirse a nosotros.
—¡Hola de nuevo, Chloe! —saludó Hermione, sentándose a mi lado— Espero que no te importe que me una a ustedes—
—¡Por supuesto que no! —respondí, tratando de sonar más relajada de lo que realmente estaba—Es un placer tenerte aquí.—
Ella sonrió, y por un momento, todo el mundo parecía desvanecerse a nuestro alrededor. El sonido de las escobas y las voces de los jugadores se desvanecieron mientras me perdía en la conversación con Hermione.
A medida que la tarde avanzaba, nuestras conversaciones fluyeron con naturalidad. Hablamos sobre todo, desde nuestras asignaturas favoritas hasta nuestros planes para el futuro después de Hogwarts. Fue un momento que atesoré, una pausa en el tiempo que me permitió conocer a Hermione más allá de su fama y logros.
Ella se unió a la conversación de manera ocasional, aportando sus bromas y comentarios con su característica chispa. Fue una tarde que me recordó por qué Hogwarts era un lugar tan especial, un lugar donde la amistad y la camaradería podían surgir en los momentos más inesperados.
[...]
Cuando las prácticas terminaron y el sol comenzó a ponerse sobre el horizonte, supe que era hora de regresar a las mazmorras de Slytherin. Mientras caminábamos de regreso, Hermione se despidió de nosotras, prometiendo encontrarnos en el Gran Comedor para la cena.
Mientras Ella y yo caminábamos hacia nuestra sala común, no pude evitar sentirme agradecida por el día que había tenido. Era un recordatorio de que la vida en Hogwarts era más que solo clases y tareas; era sobre las conexiones que formábamos y las experiencias que compartíamos.
Al entrar en la Sala Común, sentí una renovada sensación de propósito. Estaba lista para enfrentar cualquier desafío que viniera, sabiendo que tenía el apoyo de amigos increíbles y la oportunidad de hacer de este año el mejor de todos.
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Entre Libros & Suspiros ~ HERMIONE GRANGER
أدب الهواةDespués de la guerra mágica, Hermione Granger regresa a Hogwarts para completar su último año. Allí, conoce a Chloe Montgomery, una destacada estudiante de Slytherin que es reconocida como una de las mejores de su generación. Chloe ha admirado a He...