Un Momento con Hermione

226 17 3
                                    

Perspectiva de Chloe

Las últimas semanas habían sido sorprendentemente tranquilas. Aunque todavía no había hablado con Dorian sobre ese beso, me sentía tranquila. Era un tema que podríamos abordar más adelante. Por ahora, lo único que me preocupaba era mis entrenamientos de Quidditch.

Esa tarde, regresaba de la biblioteca después de intentar leer un poco para recuperarme del cansancio del Quidditch, pero no funcionó. Decidí que lo mejor sería ir a descansar a mi habitación. Mientras caminaba por los pasillos, me encontré con Hermione.

Hola, Her, —la saludé con una sonrisa cálida.

Chloe, por fin te encuentro, —respondió ella, un poco agitada.

Aquí estoy. ¿Qué sucede? —pregunté, curiosa por su tono.

Estoy aprovechando esta "tregua" para ponerme al día con los E.X.T.A.S.I.S., —explicó, alzando una ceja como si me retara.

Her, aún falta para eso, —dije riendo un poco.

Lo sé, pero quiero aprovechar el tiempo. ¿Me prestas tus apuntes?

Claro, están en mi habitación. Vamos y los tomas. Necesito descansar, —le ofrecí.

¡Claro! Gracias, Chloe, —respondió Hermione, siguiéndome hasta la habitación.

Al llegar a mi habitación, le entregué mis apuntes y me acosté en mi cama mientras Hermione los leía minuciosamente.

¿Qué te ocurre? —preguntó con una pequeña sonrisa.

Es solo que he estado practicando en mi escoba más seguido. Despeja mi mente, —tomé un suspiro—. Pero me deja ¡agotada! Me duele todo, —dije colocando mi almohada sobre mi cabeza.

Sentí cómo Hermione se sentaba al pie de mi cama y me quitaba la almohada de encima.

Ven, dame eso, —dijo con una risa suave.

Solté un pequeño quejido de protesta. —No es necesario, Her.

Insisto, date la vuelta, acuéstate boca abajo, —ordenó con firmeza pero con una sonrisa.

Sin rechistar, hice lo que me pidió. Me acosté boca abajo en la cama y sentí las manos de Hermione en mis hombros, dando un suave masaje. Sus manos se movieron hacia mi espalda y brazos, y pude sentir cómo el cansancio comenzaba a desaparecer.

Después de un rato, me senté de nuevo en la cama.

¿Mejor? —preguntó Hermione con una sonrisa satisfecha.

Mucho mejor, —dije asintiendo con la cabeza, sintiendo una ola de gratitud hacia ella.

Nuestros ojos se encontraron, y en ese instante, todo el mundo pareció detenerse. Me acerqué un poco más a Hermione, acariciando su mejilla suavemente.

El Quidditch me agota demasiado, —dije con una sonrisa coqueta—. Cuando empiece a jugar, necesitaré tus masajes más seguido.

Por supuesto, linda, cuando quieras, —respondió Hermione con un brillo en sus ojos.

Acortando la distancia entre nosotras, la besé suavemente. Poco a poco, ese beso se intensificó, y sentí cómo el calor subía a mis mejillas. Hermione entendió la situación y me respondió con la misma intensidad.

Seguimos así por un rato, Hermione encima de mí, empezó a desabotonar mi camisa, sentí un calor por todo mi cuerpo con su sueve toque, empezó a besar mi cuello y mi cuerpo se movía solo, cuando de repente la puerta de la habitación se abrió y se cerró enseguida. Pude escuchar la risa de Ella detrás de la puerta.

Creo que nos han interrumpido, —dijo Hermione, con una risa nerviosa mientras se separaba de mí.

Caminé hacia la puerta abotonando mi camisa rápidamente y la abrí un poco, notando a una Ella con una sonrisa pícara y una ceja levantada.

Estoy en medio de algo, —dije, intentando parecer seria, aunque mi respiración agitada y mi cabello desordenado me delataban, noté como le faltaban dos botones a mi camisa. 

Me doy cuenta, deberías cambiar esa camisa—respondió Ella, conteniendo la risa—. Amanda podría volver en cualquier momento.

Amanda era nuestra otra compañera de habitación, y no quería arriesgarme a ser sorprendida nuevamente.

Encárgate de ella, —dije apresurada, ansiosa por volver con Hermione.

Veré qué puedo hacer. Tienes dos horas, —asintió Ella, lanzándome una mirada cómplice—. Me debes una.

Gracias, —dije rápidamente.

Antes de irse, Ella se acercó a la puerta y dijo en voz alta —¡Hola, Hermione!

Hola, Ella, —respondió Hermione desde dentro de la habitación.

Y así, Ella se marchó envuelta en risas. Cerré la puerta y le coloqué el seguro antes de volver con Hermione. 

Her se acercó a mí a paso firme me tomo del cuello de la camisa y dejó un beso en mis labios, noté como empezaba a quitar los botones restantes y me dirigía hasta la cama.

—Ella, dijo que tenemos dos horas — con la respiración agitada Her me contestó— Perfecto— y con una sonrisa pícara siguió besando mi cuello, me estremecí bajo su toqué y la tomé fuerte de cintura.

Hermione sacó su varita y apuntó hacia la puerta.

Muffliato,susurró, asegurándose de que nadie pudiera escuchar lo que ocurría en la habitación.

—Chica lista— dije en un tono burlón y Hermione me empezó a besar con más intensidad cerrándome la boca.

Sentí una emoción indescriptible al saber que, al menos por un tiempo, podríamos estar juntas sin interrupciones

Entre Libros & Suspiros ~ HERMIONE GRANGERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora