Die With A Smile

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Perspectiva de Chloe

El día había llegado. Nuestro último día en Hogwarts. Las emociones estaban a flor de piel mientras caminábamos por los pasillos por última vez como estudiantes. El castillo estaba envuelto en una sensación de calma y nostalgia. Cada rincón parecía lleno de recuerdos, y aunque sabía que estaba lista para seguir adelante, dejar este lugar no iba a ser fácil.

Hermione, Ginny, Ella y yo habíamos decidido tomarnos la mañana para recorrer los lugares más significativos para nosotras. Desde el Gran Comedor hasta el campo de Quidditch, pasando por la Sala de los Menesteres, cada lugar tenía su propio peso emocional. Al final, terminamos en la oficina de la profesora McGonagall para despedirnos oficialmente.

-Ah, señoritas -dijo McGonagall, cuando llegamos a su despacho. Su mirada, aunque severa como siempre, tenía un brillo especial de orgullo-. No creo que pueda expresar cuánto han significado para esta escuela.-

Nos sonrió con cariño y nos invitó a entrar. Hermione estaba visiblemente emocionada, con los ojos brillantes de lágrimas que intentaba contener. Para ella, esta despedida significaba mucho más que solo dejar el castillo; era una despedida a un capítulo importante de su vida.

-Profesora McGonagall, gracias por todo -dije, intentando mantener la voz firme, aunque también sentía un nudo en la garganta.

-Ustedes han hecho que Hogwarts sea un lugar mejor. Y aunque lo dejen físicamente, su legado permanecerá aquí -respondió, su tono solemne.

Nos despedimos con un abrazo, algo que no esperaba de McGonagall, pero que se sintió increíblemente cálido y reconfortante. Hermione, Ginny, Ella y yo salimos de su despacho con el corazón lleno, listas para el último viaje en el Hogwarts Express.

[...]

Cuando bajamos al andén para abordar el Hogwarts Express por última vez, el ambiente estaba cargado de una mezcla de emoción y melancolía. El tren sería el último viaje de regreso, y no podía dejar de pensar en todos los momentos que habíamos vivido allí. Ginny, Ella, Hermione y yo nos acomodamos en nuestro compartimiento, riendo y recordando todo lo que habíamos pasado juntas.

-¿No es raro pensar que esta es la última vez que viajamos en este tren? -dijo Ginny, mirando por la ventana mientras el paisaje cambiaba.

-Sí -respondió Hermione con una sonrisa-. Pero también es emocionante.-

El viaje pasó rápido, y antes de darnos cuenta, el tren comenzó a disminuir la velocidad mientras nos acercábamos a la estación de King's Cross. Podía sentir la emoción en el aire cuando el tren finalmente se detuvo, y todos los estudiantes comenzaron a bajar con sus maletas.

Cruzamos la barrera hacia la plataforma 9 ¾, y ahí estaban los Weasley, esperándonos con una gran pancarta que decía: "¡Felicidades, Graduadas!" Pequeños fuegos artificiales explotaban en el aire, haciendo que todo el ambiente se sintiera festivo y lleno de magia. Molly Weasley estaba, como siempre, en primera fila, lista para abrazar a Ginny y a todas nosotras, como si fuéramos parte de la familia.

-¡Oh, chicas, estoy tan orgullosa de ustedes! -exclamó Molly, abrazándonos a cada una-. Esto se merece una celebración. He organizado una gran fiesta en la Madriguera. ¡Están todas invitadas, por supuesto!-

Sonreí imaginando la fiesta al estilo Weasley, pero justo en ese momento, Hermione me dio un suave toque en el brazo y señaló algo detrás de mí. Me giré para ver a mis padres, los Montgomery, parados cerca, algo incómodos pero claramente presentes.

-Chloe, mira. Tus padres están aquí -dijo Hermione con una sonrisa suave.

Sentí un nudo en el estómago al verlos. Siempre habían estado tan ocupados con el trabajo que raramente se tomaban el tiempo para este tipo de cosas. Sin embargo, estaban aquí, y eso significaba más de lo que podía expresar.

Entre Libros & Suspiros ~ HERMIONE GRANGERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora