Una Navidad en la Madriguera

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Perspectiva de Chloe

La mañana de Navidad llegó con una tranquilidad inesperada. Me desperté antes que Ginny y Hermione, algo raro considerando que me gusta dormir hasta tarde. Me quedé sentada en la cama, estirando los brazos y disfrutando de la cálida luz que entraba por la ventana.

Fue entonces cuando una lechuza gris familiar comenzó a golpear suavemente el cristal de la ventana, con una carta y una pequeña caja atada a sus patas. Me levanté y abrí la ventana, dejando entrar al ave, que me miraba con sus ojos brillantes y una expresión de expectativa.

—¿Qué haces aquí tan temprano? —pregunté con una sonrisa, mientras le acariciaba la cabeza.

Desaté la carta y la caja, y me senté nuevamente en la cama para leerla. Al abrir el sobre, reconocí la letra inmediatamente:

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Querida Princesa,

¡Feliz Navidad!

¿Cómo sé que estás con los Weasley? Tengo mis formas.

Espero que estés disfrutando de las fiestas. En la caja, encontrarás una pluma y un tintero. Espero que con esto me escribas más a menudo.

Con cariño,
James

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Dentro de la caja había una pluma fuente plateada que brillaba con elegancia junto a un tintero. Sonreí ante el gesto de James, y tomé un trozo de pergamino para responderle:

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Feliz Navidad, James. Gracias por el regalo.

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Enrollé la nota y la adjunté a la pata de la lechuza, que partió de inmediato en busca de su dueño.

Mientras cerraba la ventana, Hermione se desperezaba en su cama. Con los ojos entrecerrados y una voz ligeramente ronca, me saludó:

—Buenos días, linda. Feliz Navidad.—

Me acerqué a ella y le di un beso suave en la frente.

—Feliz Navidad, Her.—

Hermione se sentó en la cama, parpadeando mientras me observaba de arriba a abajo.

—¿Qué haces despierta tan temprano? —preguntó, todavía un poco aturdida.

—Yo me pregunto lo mismo —respondí con una sonrisa cómplice.

Hermione se levantó, estirándose, y anunció que iba a darse una ducha antes de comenzar el día. Ginny comenzó a despertar poco después, y nos preparamos para bajar con el resto de la familia.

La planta baja estaba llena de vida. Todos se encontraban alrededor del árbol de Navidad, rodeados de regalos y tazas de chocolate caliente que llenaban la sala con un aroma delicioso.

—¡Feliz Navidad a todos! —dijo el señor Weasley con entusiasmo mientras repartía tazas de chocolate caliente.

—Feliz Navidad —respondieron todos al unísono, con sonrisas y abrazos que se intercambiaban por doquier.

Ron se acercó a Hermione y le dio un beso en la frente, deseándole una feliz Navidad. La señora Weasley los observó con una mirada llena de amor y aprobación, lo que volvió a provocar esa sensación desagradable en mi estómago.

—Hermione, estás en buenas manos —dijo la señora Weasley con una sonrisa cálida.

Decidí concentrarme en el momento y disfrutar de la magia del día. Pronto, todos comenzamos a intercambiar regalos.

Harry se acercó a mí con una caja alargada, y sus ojos brillaban con complicidad.

—Esto es para ti, Chloe. Hermione me contó que estás en el equipo de Quidditch de Slytherin —dijo mientras me entregaba el paquete.

Abrí la caja y descubrí una escoba de último modelo. Mis ojos se abrieron de par en par con sorpresa y emoción.

—¡Gracias, Harry! Esto es increíble —exclamé, emocionada por la oportunidad de mejorar mis habilidades en el campo.

La señora Weasley me entregó un paquete envuelto en papel brillante. Al abrirlo, encontré un clásico jersey tejido a mano con la inicial "C" en el pecho.

—Espero que te guste, querida. Es una tradición en nuestra familia —dijo la señora Weasley, sonriendo amablemente.

—¡Me encanta! Gracias, señora Weasley —respondí, sintiéndome realmente bienvenida en su hogar.

Finalmente, Hermione me entregó un pequeño paquete. Al abrirlo, encontré una hermosa pulsera que hacía juego con el collar que James me había regalado anteriormente.

—El rojo combina con tus ojos —susurró Hermione con una sonrisa, mientras me ayudaba a colocarla en mi muñeca.

—Es perfecta, gracias, Hermione —dije, sintiendo una cálida emoción al mirarla a los ojos.

Mientras nos acomodábamos para disfrutar del momento, una lechuza blanca entró por la ventana, y mi corazón dio un vuelco al reconocerla como la lechuza de mi familia.

Se posó elegantemente en la mesa y me entregó una carta y una caja. Con manos temblorosas, tomé la carta y comencé a leer:

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Querida Chloe,

Lamentamos mucho no haber estado en contacto durante las últimas semanas. Las cosas han sido complicadas, y hemos estado viajando por asuntos importantes.

Esperamos que entiendas nuestra ausencia y sepas que pensamos en ti constantemente.

En la caja, encontrarás un vestido verde oscuro y unos pendientes de plata. Esperamos que los disfrutes y que sientas nuestro amor en estas fechas tan especiales.

Verde y plata, digno de una Slytherin.

Con amor,
Tus padres

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Al abrir la caja, encontré un hermoso vestido verde oscuro que reflejaba mi estilo, junto con pendientes de plata que brillaban con elegancia. A pesar de su ausencia, el gesto de mis padres me hizo sentir conectada con ellos.

La mañana continuó llena de risas y momentos memorables. Los Weasley me hicieron sentir como parte de su familia, y, a pesar de las ausencias, me sentí agradecida por la calidez de su hogar.

Entre Libros & Suspiros ~ HERMIONE GRANGERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora