Una Promesa

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Perspectiva Chloe

El aire en Hogwarts parecía más ligero de lo normal. Después de los E.X.T.A.S.I.S. y la fiesta salvaje, la vida se había desacelerado, como si el castillo nos estuviera dando un respiro antes de la despedida definitiva. Hoy, por primera vez en semanas, sentía una calma que hacía tiempo no experimentaba. No había más exámenes, más noches de estudio sin dormir o más preocupaciones.

—Entonces... ¿cómo te sientes ahora que hemos sobrevivido? —preguntó Hermione, mientras caminábamos por los jardines. Habíamos decidido pasar el día juntas, alejadas del bullicio del castillo.

La miré de reojo, sonriendo. A pesar de que el estrés la había consumido durante semanas, ahora parecía más relajada, con una ligera sonrisa en su rostro y sus rizos alborotados por la brisa suave.

—¿Sobrevivido? Yo diría que salimos victoriosas —respondí con un tono juguetón—. Y además, eres la mejor estudiante de Hogwarts, Mione. Sabías que ibas a arrasar esos exámenes.—

Hermione se sonrojó levemente, como solía hacer cuando la halagaban. No podía evitarlo, era adorable. Nos detuvimos cerca del lago, donde el sol reflejaba pequeños destellos dorados sobre el agua. Me acerqué a ella y le tomé la mano, entrelazando nuestros dedos.

—Sabes que no soy la única —respondió, mirándome con esa mezcla de ternura y admiración que me hacía sentir como si fuera invencible—. Tus resultados fueron impresionantes, Chloe. Puedes calificar para cualquier trabajo en el mundo mágico.—

—¿Y tú lo dudas? —bromeé, apretando su mano y guiñándole un ojo—. Aún así, obvio tú eres la mejor.—

Hermione soltó una risa suave, pero luego su rostro adoptó una expresión más seria. Nos sentamos en el suelo, apoyadas contra un árbol, y ella mantuvo su mano en la mía, acariciando mis dedos distraídamente.

—Chloe... —comenzó, mirando al lago—. ¿Has pensado en lo que vas a hacer después de Hogwarts? Quiero decir, sé que tienes muchas opciones, pero... ¿tienes algo en mente?—

Sabía que esta conversación llegaría eventualmente. El futuro estaba ahí, acechando en el horizonte, y aunque quería ignorarlo un poco más, también era algo que no podíamos evitar. Tomé una respiración profunda antes de responder.

—He pensado en varias cosas —admití—. Pero... a veces siento que no lo tengo tan claro como tú. Tienes tantas metas y siempre pareces saber exactamente hacia dónde vas. Es intimidante, ¿sabes?—

Hermione frunció el ceño, evidentemente sorprendida por mis palabras. Se giró hacia mí y tomó mi otra mano, mirándome fijamente.

—Chloe, eres increíblemente talentosa. No tienes que tener todo resuelto en este momento. Lo importante es que hagas lo que te haga feliz, no lo que crees que debes hacer. Y no importa lo que decidas, lo haremos juntas. No tienes que compararte conmigo, ni con nadie.—

Esas palabras, tan simples pero tan llenas de verdad, me llegaron al alma. A veces, era fácil olvidar que no tenía que cumplir con las expectativas de los demás. Estaba permitido no tener todas las respuestas aún.

—Gracias, Mione —murmuré, inclinándome para darle un suave beso en los labios. Ella me devolvió el beso, sus labios cálidos y reconfortantes, como si todo lo que necesitara estuviera justo allí, en ese momento.

Nos quedamos en silencio, disfrutando de la tranquilidad del lago y del suave vaivén del viento. Era un momento perfecto, solo nosotras dos, sin preocupaciones, sin presiones.

—Prométeme algo —dije de repente, rompiendo el silencio. Hermione me miró, curiosa.

—¿Qué cosa?—

—Que pase lo que pase, no importa lo que venga después de Hogwarts, siempre estaremos juntas. —La miré a los ojos, esperando su respuesta—. No quiero que esto sea solo un capítulo en nuestras vidas que se cierra al salir de aquí. Quiero que sea el comienzo de algo más grande, Mione.—

Ella sonrió, esa sonrisa cálida y sincera que siempre me hacía sentir segura.

—Te lo prometo, Chloe —dijo suavemente—. Siempre estaremos juntas. No importa dónde estemos o qué decidamos hacer. Tú eres mi futuro.—

Mi corazón dio un vuelco, y no pude evitar sentir una ola de felicidad abrumadora. No había nadie más con quien quisiera compartir mi vida que con ella.

—Tú también eres mi futuro, Mione —respondí, abrazándola con fuerza, sintiendo cómo encajábamos perfectamente la una con la otra.

Nos quedamos así un rato más, abrazadas bajo el sol del atardecer. Sabía que aún nos quedaban decisiones importantes por tomar, caminos que elegir. Pero en ese momento, no importaba. Lo que realmente importaba era que teníamos una a la otra, y con eso, cualquier cosa parecía posible.

Poco después, escuchamos risas acercándose desde el castillo. Ginny y Ella, nuestras inseparables amigas, aparecieron por el camino, riendo y bromeando entre ellas.

—¿Interrumpimos algo interesante? —preguntó Ginny con una sonrisa pícara, al vernos tan acurrucadas.

—Quizás. Pero como siempre, tienen un sentido del tiempo impecable —respondí en broma, separándome de Hermione, aunque sin soltar su mano.

—Bueno, si quieren seguir siendo cariñosas, no nos molesta. Es casi entretenido verlas —añadió Ella, guiñándonos un ojo.

Hermione rodó los ojos, claramente acostumbrada a los comentarios de nuestras amigas. Pero no dijo nada, solo sonrió y se levantó, ayudándome a ponerme de pie también.

—¿Y ustedes qué? ¿Preparándose para las grandes despedidas? —pregunté, mientras comenzábamos a caminar juntas de regreso al castillo.

Algo así —respondió Ginny—. Pero no es una despedida del todo, ¿verdad? Aún nos quedan unos días aquí, y pienso aprovecharlos.—

Sonreí, sintiéndome más ligera. Los días en Hogwarts estaban contados, pero en lugar de temer el final, me sentí emocionada por lo que vendría después. Porque no importaba lo que sucediera, siempre tendría a Hermione a mi lado, y eso era todo lo que necesitaba.

Entre Libros & Suspiros ~ HERMIONE GRANGERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora