De repente, desperté, y tal vez fue algo demasiado brusco, ya que de inmediato las luces del lugar, a pesar de ser débiles y estar bastante sucias, me hicieron arder los ojos como nunca antes. Cada sonido se sentía como explosiones al lado de mi oído. Podía sentir una leve corriente de aire que provenía de una pequeña grieta en el techo de la guarida, y los olores eran más intensos que nunca. Y en ese momento supe que había funcionado, no de la forma que esperaba, pero el FX9 definitivamente había cumplido con su propósito... quizás demasiado bien...
Este gran incremento de sentidos me descolocó rápidamente. Podía sentir cuerpos moviéndose en torno a mí, voces que intentaban comunicar algo pero debido a su potencia eran solamente ruido, de inmediato noté que seguía atado a la camilla de metal, pero ya no podía soportarlo. Comencé a hacer fuerza y lo logré, logré que mis brazos rompieran las correas. Llevé rápidamente mis manos a mis oídos y cerré lo más fuerte que pude mis ojos, comencé a tomar grandes bocanadas de aire para tratar de calmarme, pero nada servía, hasta que finalmente pude escuchar la voz de mi padre, clara y fuerte entre todo el barullo del lugar.
—Daniel, estas bien... relájate, es la única manera de controlar lo que te está pasando...
Y así lo hice. Poco a poco el ruido fue disminuyendo hasta un nivel un poco más normal, lentamente fui abriendo los ojos y teniendo una imagen clara de lo que estaba pasando, todo volvía a estar en relativo orden.
Cuando finalmente pude abrir los ojos con totalidad vi que mi padre, Jax, el Dr. Wells, y Edward estaban a mí alrededor, pero esta vez la imagen era más clara que nunca. Podía ver cada detalle en sus rostros y en sus vestimentas, por ejemplo, de una sola mirada pude saber que Edward había comido algo con tomate hacía algunos días debido a una pequeña mancha en su remera. Era totalmente asombroso y no pude evitar sonreír, y al ver esto mi padre sonrió también.
—Daniel —comenzó el Dr. Wells—, necesito hacerte algunas pruebas, mantén la calma.
Del bolsillo superior de su bata de laboratorio extrajo una pequeña linterna que apunto a mis ojos, dejándome casi ciego nuevamente.
—Necesito que sigas la luz ¿Esta bien?... Perfecto... a primera vista parece que el experimento no afecto ninguna función cerebral, pero necesitamos más pruebas para confirmar.
Howard ya estaba preparando una jeringa para extraerme sangre cuando sucedió algo inesperado. Jax tropezó por accidente con un cable y apoyó de lleno su mano sobre la camilla de metal. De repente todo su cuerpo se tornó de un color plateado y el lanzó un suspiro de frustración, sin embargo yo estaba tan maravillado por esa imagen que no le presté mucha atención a sus expresiones.
—Genial, otra vez lo mismo... ¿Cuál es el punto de estos poderes si no podemos controlarlos? Vaya uno a saber cuánto voy a tardar en volver a la normalidad ahora... —dio un fuerte golpe a la camilla, que casi la atraviesa y se alejó hacia un rincón, de inmediato Edward lo siguió.
Mi padre los siguió con la mirada por algunos segundos, pero luego volvió toda su atención a hacía mí. Sin embargo yo no pude dejar de mirarlos y, si bien sé que estuvo mal, tampoco pude evitar escuchar la charla que Jax tuvo con su padre.
—Hijo... tienes que relajarte...
—¿Relajarme? ¿Cómo? Sucedió, ¿No es cierto? Aquello a lo que el Dr. Wells le temía, termine transformado en un monstruo.
—No eres un monstruo... todavía no controlas tus poderes, eso es todo —dijo Gladiador tratando de calmar a un iracundo Luke.
—No tienes idea de lo que estoy pasando, así que...
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Mundo de héroes: El inicio de Los Vigilantes
Science FictionHace 20 años los héroes que defendían el planeta perdían la batalla contra el temible enemigo conocido como Cíclope. Muchos de ellos murieron, otros tantos eligieron unirse al bando ganador y unos pocos decidieron esconder sus poderes y habilidades...