22. El rey de Darkside

6.1K 521 232
                                    

Por un momento temí lo peor. Mi mente se imaginaba que Cíclope había entrado en la prisión y tenía por el cuello a mi madre o hermana. Pero no podía ser él ¿Qué sentido hubiera tenido que los soldados se escondieran asustados si tenían al ser más poderoso de la tierra de su lado?

—Estoy en camino... —dije dubitativo mientras miraba a Felicity.

Poco quedaba de la belleza que yo admiraba todos los martes en ese rostro destrozado, sin embargo era ella, y la seguía queriendo con fervor. Sus fuerzas aún no eran suficientes para caminar por ella misma, pero no podía llevarla hasta donde estaba Kevin, no mientras mi familia estaba en riesgo, era un viaje demasiado largo y no podía perder el tiempo, así que la dejé suavemente en un recoveco detrás de las escaleras que le permitiera permanecer escondida en caso de que más gente de Cíclope llegara o incluso algún recluso.

—Tengo que subir a buscar a mi familia, voy a enviar a Jax a buscarte, ¿esta bien? recupera fuerzas... te necesitamos. —Le di en suave beso en la frente, y la miré unos largos segundos a sus hermosos ojos.

Intentó decir algo, pero su boca seguía demasiado hinchada, así que solamente pudo emitir algunos extraños sonidos. Con un poco de pena me alejé. Hubiera querido llevarla, pero probablemente estaba más segura ahí abajo. Subí corriendo las escaleras y llegué a la planta en la que se encontraba Jax.

—¿Exo? ¿Exo? ¿Me escuchas?

—Archer... qué bueno volver a escuchar tu voz. —Me quedé helado, no podía creer lo que estaba escuchando—. La última vez dejamos un asunto inconcluso, así que imagina mi sorpresa cuando me entero que los Vigitontos se encuentran atacando Darkside.

—Deja que se vayan, o te juro que...

—¿Qué vas a hacer? ¿Matarme? Ya hiciste eso ¿No lo recuerdas? Me dejaste tirado en esas sucias alcantarillas con una flecha atravesando mi pecho. —Una fuerte carcajada llego a mis oídos—. Ahora es momento del segundo round, a menos que quieras que mate a tu familia y a tu amigo... ¿Cómo es que lo llaman?... Exo...

La conversación se cortó en seco y yo quedé en silencio a la mitad de un oscuro pasillo ¿Era posible? ¿Ese asesino seguía vivo a pesar de todos mis esfuerzos? Si era así no iba a durar mucho si ponía un solo dedo sobre alguno de mis seres queridos, eso era una promesa.

Corriendo totalmente desesperado por los pasillos, comencé a acercarme al salón principal de la prisión. Unas siniestras voces salían de ahí dentro, todos gritaban y vitoreaban a su nuevo líder.

Me acerqué un poco más despacio, y pude ver que, sobre una especie de improvisado escenario, se encontraba mi deformado enemigo, arrodillados y maniatados junto a él se encontraban mi madre, mi hermana, y Jax. El asesino se encontraba dando un "discurso" justo cuando llegué.

—Este lugar ha cambiado mucho desde la primera vez que estuve aquí... —dijo Faceless con una enorme y asquerosa sonrisa en su rostro—. Antes de ser la belleza que pueden ver aquí, yo era otro de ustedes, un simple prisionero... o era un guardia... o.... bueno, eso no importa ahora, porque en este momento ocupo un cargo mayor... Soy el rey de Darkside.

Los gritos de victoria volvieron a estallar, la locura se había apoderado del lugar definitivamente. Aun así podía distinguir unas cuantas caras asustadas entre la multitud de asesinos y maniacos, gente que claramente había ido ahí para no terminar muerta en mano de sus compañeros, pero claramente inocentes.

—Ahora, Los Vigilantes quieren quitarnos este hermoso lugar... ¿Y vamos a permitírselo? —continuó el asesino.

—¡No! —respondieron todos los presos al unísono.

Mundo de héroes: El inicio de Los VigilantesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora