Una vez que recuperamos el aliento, tras nuestra breve pero ardua pelea con Cíclope de la cual por mera suerte salimos con vida, emprendimos nuestro viaje de regreso, apaleados, pero victoriosos, con el Marcum en nuestras manos y un amigo menos.
Kevin se estaba encargando de llevarme por los aires, pero yo no podía quitar mi vista de Felicity, quien en un momento de desesperación recuperó sus poderes y pudo intervenir justo a tiempo. Le debía mi vida, desde ese momento para siempre.
Sin embargo, a pesar de haber recuperado sus poderes, Rocket no parecía muy feliz. Se encontraba claramente pensativa, con la mente aún en la batalla, y seguramente no era la única. Todos la habíamos visto aparecer de repente y darle una buena paliza a Cíclope, quien a pesar de salir vencedor, no pudo hacer menos que sorprenderse ante la fuerza y habilidad de nuestra compañera. Ninguno de nosotros sabía con exactitud qué era Felicity, ni siquiera ella, y se notaba que eso la molestaba, pero teníamos algo en claro: era la más poderosa de nosotros. Tuve que aceptar que, muy en el fondo, luego de ver semejante despliegue de poder, sentía algo de miedo y tendría que aprender a lidiar con ello.
Por algunos segundos mi mirada se dirigió a la callada Emma, quien se encontraba sollozando en silencio. Era impresionante lo que había tenido que soportar esa joven en los últimos días. Primero asesinar a su padre, y ahora había muerto uno de sus mejores amigos, Malcom.
Ciertamente Torch no era el miembro más querido del grupo. No le gustaba trabajar en equipo, y sus comentarios sarcásticos solían ser más hirientes de lo que pretendían, sin embargo, no podía dejar de recordar nuestra primera noche fuera como equipo, donde él se encargó de rescatar a un pequeño de un edificio en llamas. Emma había sabido ver lo mejor de ese joven rebelde y había llegado a apreciarle, y aparentemente el sentimiento era mutuo. No sé si alguna vez llegaron a ser algo más que amigos, pero no me hubiera sorprendido para nada.
Malcom se había "marchado", dejándonos con una primera baja en nuestro equipo, y Cíclope fue directamente responsable por ello. A pesar de ser bastante molesto, Malcom era uno de Los Vigilantes, y no íbamos a dejar su muerte sin ser vengada. El dictador se iba a tener que enfrentarse a nosotros, e iba a pagar por todos sus crímenes.
Todos permanecíamos en silencio, con la mente en la tarea que seguía para ocultar el dolor de la pérdida, y fue entonces cuando el fuerte sonido de los propulsores de un avión me obligó a dirigir la mirada hacía dos jets de combate que surcaban el cielo a unos cuantos metros de distancia.
—¿Esos son lo que creo que son? —preguntó Joel, con claro terror en su voz.
—Esperemos que no... —respondió de inmediato Jax.
Pero todos sabíamos de qué se trataba: por el motivo que fuera, Cíclope había decidido lanzar los misiles en ese mismo momento, y nuestras sospechas quedaron confirmadas cuando nos dimos cuenta que los aviones se dirigían directamente hacia los barrios anunciados por Cíclope, y llegado cierto punto se separaban para ir en busca de cada uno de sus objetivos.
—Zero, Archer, Emma, a Kane-B, Felicity, Surfer y yo nos encargamos de DC-52. —Sin perder un segundo, nos separamos de acuerdo a lo establecido por Jax, simplemente no podíamos tener un descanso.
De inmediato, la velocidad del vuelo aumento, haciendo que el aire frío me golpeara con más fuerza, resecando mi boca y mis ojos. Sin embargo, no había tiempo de preocuparme por eso, debíamos detener ese avión antes de que soltara el explosivo.
Emma nos rebaso por el costado a toda velocidad, estaba totalmente determinada a parar ese Jet de combate. Supongo que tras la muerte de Malcom, arruinar los planes de Cíclope iba a ser bastante satisfactorio.
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Mundo de héroes: El inicio de Los Vigilantes
Science FictionHace 20 años los héroes que defendían el planeta perdían la batalla contra el temible enemigo conocido como Cíclope. Muchos de ellos murieron, otros tantos eligieron unirse al bando ganador y unos pocos decidieron esconder sus poderes y habilidades...