13. La cacería ha comenzado

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Con el tiempo fuimos haciéndonos más conocidos, no sólo dentro del barrio en el que llevábamos acabo la mayoría de nuestras acciones, sino alrededor del mundo, lo cual era genial... y peligroso.

Los shows de "comedía" emitidos por los canales del Estado, que eran absolutamente todos, hacían parodias de nosotros en nuestros trajes. Pero a pesar de que se burlaban y nos difamaban, estábamos seguros de que estábamos poniendo nerviosa a varias personas importantes. Y por si eso fuera poco, los canales de "noticias" continuaban esparciendo mentiras sobre nosotros, las cuales rápidamente aprendimos a acallar. Había gente allí afuera que sabía quiénes éramos realmente, lo que buscábamos, y con eso nos bastaba.

A lo largo del mes que llevábamos activos no solo habíamos ayudado en todo tipo de pequeñas crisis, como había sido el incendio del orfanato, sino que también habíamos empezado a movernos en contra de las fuerzas de Cíclope. Por supuesto nada tan grande como una base, pero comenzamos interceptando camiones de armamento que atravesaban el barrio, o liberábamos a un grupo de prisioneros políticos que estaban siendo trasladados de un campo de concentración a otro. Se sentía bien por fin estar haciendo lo que siempre habíamos deseado. Cuando estábamos allí, con nuestros trajes, haciendo valer todo nuestro entrenamiento y poder, realmente sentíamos que nos liberábamos.

Hacía un par de noches habíamos detenido uno de los transportes de prisioneros, siempre era la misma rutina, aunque con algunas pequeñas variaciones, para evitar que los soldados notaran el patrón, pero habiendo estado bajo el mando de Cíclope por tanto tiempo, lo último contra lo que habían "peleado" era, casi con seguridad, algún pobre sujeto que cometió el error de estar en el lugar equivocado, a la hora equivocada, y que tuvo que aceptar la paliza que le propinaron esas bestias, por lo cual se encontraban sorprendentemente poco preparados para una lucha real. Otra prueba de que aquellos sujetos solo lograban mantener subyugado al pueblo mediante el miedo, un miedo que se caería a pedazos si todos hubieran podido verlos combatir a nuestro modesto grupo de héroes.

La rutina era simple: Joel hackeaba discretamente los sistemas de seguridad de los militares y nos decía la ubicación de algún camión que tomara la mala decisión de cruzar por nuestro barrio, e inmediatamente salíamos de la guarida y nos dirigíamos hacía el lugar. Emma comenzaba a mover enormes pilas de chatarra que había esparcida por los alrededores hasta bloquear el camino, Jax se ubicaba en la zona más alta posible y rozaba la placa metálica de su pantalón adquiriendo las características de este material y esperaba. Mientras tanto, Kevin se colocaba detrás del camión sin que se dieran cuenta y yo iba eliminando los merodeadores que lo escoltaban, y para evitar que los soldados notaran su ausencia, Felicity los iba atrapando en el aire y dejando suavemente en el suelo. Malcom, tras recorrer la zona para divisar cualquier posible amenaza de una emboscada, se acercaba al camión y encendía en llamas la chatarra que Emma había amontonado, esto principalmente servía para intimidarlos y obligarlos a detenerse.

Para cuando intentaban darse vuelta Kevin ya había construido grandes pinches de hielo, que destruían los neumáticos traseros, y solo para evitar que se movieran Malcom también derretía los delanteros. En ese momento siempre intentaban bajarse, sin darse cuenta de que Jax caía a toda velocidad desde un edificio cercano, aplastando la cabina y dejándolos inmovilizados dentro. De inmediato Felicity, con ayuda de sus recientemente adquiridos lentes, nos informaba si había más enemigos en la parte trasera del camión, lo que ocurría casi siempre, y me daba su ubicación exacta. Utilizando unas flechas con una punta especial lograba atravesar las duras paredes del camión e incapacitar a los soldados que se encontraban dentro sin darles la mínima oportunidad de defenderse. Luego de esto, en caso de que la carga fuera armamento, lo destruíamos en su totalidad, y en caso de que fueran prisioneros, los liberábamos y les dábamos algunas indicaciones básicas sobre cómo desaparecer.

Mundo de héroes: El inicio de Los VigilantesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora