Capitulo Treinta y Uno.

139 18 3
                                    

Giuseppe Mildford.

Despierto por el sonido de mi alarma el cual me da a entender que son las 6:00 am, el simple hecho de despertar a esta hora por el tema del horario me fue sumamente molesto.

Mire mi alrededor notando qué estaba en la habitación del hotel francés, apenas amanecía y por mi error el día anterior de abrir las puertas del balcón ahora me pegaban los pequeños rayos en la cara.

Con un poco de mal humor me levante de la cama levemente, tenía la ropa que había traído como cambio y habia usado el día de ayer que me empape, por lo que al mirar en el sofá frente a mi cama note el cambio de ropa planchado qué tenía antes.

Cierto ayer cuando baje con Liam a cenar me encontré a una mucama camino al ascensor por lo que le pedí de favor si podría lavarme y traerme mi ropa temprano para hoy.

Me ocuparé de darle una buena propina ya que incluso la dejo antes de que yo despertará.

Apago mi alarma mientras me levanto para caminar hacia la habitación de Liam, porque como había dicho antes era una habitación lo demasiado grande como para ser un apartamento, al abrir lentamente la puerta mire que aun seguía dormido así que volví a cerrarla.

Ayer se había dado una buena noche con el vino francés y aunque le dije que era demasiado fuerte aun para nosotros que aguantamos demasiado el alcohol se tomó dos o tres botellas enteras.

Me dio tanta risa lo que hizo la noche de ayer que apenas y me aguante la risa.

Teníamos que irnos a las 7:30 am así que me metí a la ducha, tenía muchas cosas que pensar entre ellas mi madre Larissa, me había llamado ayer cuando ayudaba a subir a Liam a la habitación, se notaba preocupada y eso me había hecho sentir inquieta.

Pero también tenía un presentimiento desde el día de ayer, no quería pensar demasiado pero era algo que me hacía sentir aún más intranquila.

_¿Giu podemos hablar?._

Escuché la voz sumisa y muy calmada de Luna en mi mente por lo que me detuve de enjabonar el cuerpo por un momento.

_Claro, sobre que quieres hablar Luna_.- Conteste para ella en mi mente, la podía sentir triste aún.

_Es sobre Leion..._.- Su voz sonaba deprimida e incluso rota, algo que me hizo sentir un poco culpable por su estado

Éramos dos almas compartiendo cuerpo, completamente diferentes y con distintos sentimientos, eso me hacia sentir mal, pues ella había sido testigo del rechazo de su alma gemela al igual que yo.

_Sabes bien que no había otra opción Luna_.- Dije recordando como había actuado Alec contra mi manada.

_Si había otra opción Giuseppe, talvez si el nos hubiera conocido bien hubiera cambiado de parecer y..._.- Se le notaba en la voz una pizca de esperanza, como si en verdad pensara que fuera una posibilidad el confiar en el.

_No puedes ser tan inocente Luna, su portador nos miró con desprecio desde el primer instante y por si no lo recuerdas el ya tiene una Luna_.- No pude evitar decir exactamente lo que quería, tan directa e hiriente.

_Pero Leion puede hacerlo cambiar de parecer Giu, podemos darle una oportunidad, es nuestra alma geme..._.- Aunque su voz había sonado dolida aún permanecía esa pequeña esperanza en ella y me dolía tanto quitársela.

_No lo es, ya no Luna y no sigas con el tema_.- Dije finalmente saliendo de la ducha y cortando la conexión con Luna.

Podía escuchar el sollozo de Luna desde el fondo de mi mente, era doloroso cada fragmento que yo lograba escuchar pero había sido lo correcto.

Atada en un destino de espinas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora