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Después del primer partido del viernes, en el que ganaron por un aplastante tres a cero, la dupla de Hinata y Atsumu había tomado bastante fuerza en los pasillos de Inarizaki.

Tanta potencia, que incluso habían personas hablando que eran incluso mejor que la dupla gemelos Miya.

Comentarios y chismes que tenían sin cuidado a Hinata porque no le interesa nada qué esté relacionado con Atsumu.

Sin embargo, los cuchicheos y susurros a sus espaldas en cada pasillo por el que transitaba lo estaban poniendo de los nervios. A la gente le encanta prestar atención a lo que hacen los jugadores de Inarizaki, pero su fijación con los gemelos es de otro nivel.

Caminó más rápido hasta su salón, deseando que Toge estuviera ya sentado en su banco esperándolo para que le cuente respecto a su partido. Una vez en el umbral de la puerta, recorrió con su mirada todo el interior, habían pocos compañeros, pero un grupo resaltaba en el vacío.

Hinata los saludó con cordialidad, antes de tomar camino a su asiento, en el que tristemente no había nadie esperándolo.

—No deberías, Atsumu ha rechazado a todas las chicas que se le han declarado desde el año pasado. —la voz de su compañera era bonita, pero en esos momentos le sonaba tan fastidiosa que no dudó en usar sus audífonos para distraerse un rato.

—Es cierto, dicen que posiblemente solo esté interesado en el voleibol.

—O peor aun, que es gay. —Hinata frunció el ceño ante ese comentario, el gemelo no es alguien que le agrade, pero nadie debería ser juzgado por su orientación sexual.

Poco entendía a esas personas en realidad, quiso decir algo al respecto, pero antes de abrir la boca, ellas siguieron conversando.

—No lo creo, también se le han declarado chicos de otras escuelas y nada.

—Tengo cero oportunidad. —Hinata quiso reír ante lo dramática que era su compañera, sin despegar la vista de la ventana y chocar sus dedos contra la mesa creando un ritmo desconocido.

—La verdad es que si no eres un balón de voleibol dudo que tome a alguien en serio.

—La última vez le preguntaron y dijo que solo se fijaría en alguien que juegue mejor que él, ¿entienden?

— ¡Pero eso es imposible! —la chica protagonista del problema lloró con más fuerza que antes, haciendo que Shoyo rodara los ojos.

¿Alguien que juegue mejor que él? Detestaba lo engreído que es Atsumu, creyendo que todas las personas estarán rendidas ante sus pies, queriendo besarle por cada
sonrisa que entregue.

La rabia lo carcomía por dentro cada vez que recordaba esa estúpida sonrisa con altanería, que gritaba: ¡Soy el mejor del mundo! A todos quienes la observaban.

—Pero dicen ahora que puede que esté en algo con Hinata Shoyo... —aunque susurró, Shoyo pudo escucharlo fuerte y claro, por lo que siguió observando la ventana.

—Tuvieron buena química en el partido del viernes.

—Mucho mejor que cualquiera que haya visto antes.

— ¡Tú ni siquiera sabes de voleibol!

Que desagradable la sensación que notó en su pecho al escucharlas decir esos comentarios. Cómo podrían atreverse a emparejarlo con Atsumu.

Es cierto que jugaron bastante bien el viernes, para su sorpresa, el entrenamiento a solas que propuso Kurosu había dado resultados. Pese a ello, no era un excusa para emparejarlos y deseó con todas sus fuerzas que ese rumor se detuviera pronto.

Doble Filo [atsuhina]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora