07.

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Después de lo ocurrido en el comedor, los rumores se detuvieron, por lo menos los románticos, aun hablaban mucho respecto a la química que tenían en el deporte. Hinata no se quejaba, después de todo, podría ser peor.

Nadie le preguntó a Atsumu respecto a la chica, tampoco nadie bromeó con eso, por lo menos frente a Hinata. Lo que era bastante extraño, porque incluso Osamu, un experto en molestar a su hermano está callado, sin decir nada.

Es como si todos hubieran sabido antes de que lo hiciera, o estuvieran evitando a Hinata por alguna razón.

Aran, Akagi, Kita e incluso Suna, no decían nada sobre ello, bastante sospechoso pensó, como si algo estuviera incorrecto dentro de este equipo. Pero no podía hacer nada, el único que hablaba con él de manera cercana es Yuta y porque últimamente ha estado preguntando sobre Toge.

Los entrenamientos pasaron sin mucho de que hablar, eran normales, lo único que había cambiado es que desde el partido, Atsumu ya no lo molestaba tanto.

Aún lo hacía y aún le resultaba insoportable a Hinata, pero hacía el esfuerzo por el equipo. Pronto tendrían un partido contra Fukurodani, estaba ansioso por ello, Bokuto Koutaro ha sido su mayor referente como atacante lateral.

Hinata quería ser el nuevo pequeño gigante, pero Bokuto le dio ganas de ser una estrella, el as de su equipo.

Lo había observado por mucho tiempo, desde que conocía el voleibol prácticamente, todo mediante sus partidos grabados. Bokuto sabe demasiado y sabe que es alguien dispuesto a seguir aprendiendo, lo notaba por cómo trataba a sus equipos desde la primaria.

Hinata lo vio volverse la estrella que es ahora, como un pequeño fan.

—Oi, Hinata. —la voz fastidiosa del gemelo lo sacó de su ensoñación, no quiso voltear para observarlo, así que solo emitió un sonido para que continuara. —Es hoy.

La condición.

Hinata había olvidado por completo la existencia de ese trato, se había estado quedando con Atsumu todos los días, pero siempre acompañado de su hermano, Kita, Akagi, Aran, incluso el entrenador, pero sabe que la condición incluía el quedarse solos.

Tembló ante el pensamiento, ¿por qué habría impuesto esa regla implícita?

Asintió al rubio, ahora solo quedaba esperar que el entrenamiento termine para que comience su real tortura. La cual no tardó mucho en llegar, pero todos en el equipo se habían enterado de que los dos se quedarían.

Solos.

Esa es la parte más jodida para Hinata.

—No quiero tener que ir a juicio porque asesinaste a Atsumu. —Kita le sonrió comprensivo, el más bajo estaba agradecido de su existencia porque gracias a él se sentía más incluido en el equipo. Incluso con las peleas que Atsumu y Hinata podían tener.

—Ese es mi mayor miedo, pero no me hizo caso.

— ¿Cómo aceptaste esto? Todos aquí sabemos que se odian. —la voz de Yuta se unió, lo observó con su bolso al hombro porque estaba a nada de irse, se acercó a ellos.

—Fue un trato en el que me metí, quería ganar el último partido... —su voz baja, junto al movimiento de pie, les dio a entender a los chicos que tal vez estaba arrepentido de haber aceptado y quisieron ofrecer quedarse con ellos, pero ambos sabían que parte del trato era que estuvieran solos.

—Supongo que les hará bien estar solos, tienen que acostumbrarse al otro para no depender de Kita. —el entrenador les habló, dejando a un Hinata cabizbajo que estaba replanteando todas las decisiones que lo habían llevado hasta ese momento.

Observó como todos comenzaban a abandonar el gimnasio, sin embargo, Kita quiso quedarse hasta el final, para ser el último en dejarlos a solas.

—Atsumu. —el chico estaba ordenando los balones en la canasta, pero de dirigió a ellos a trote en cuando el capitán le habló. —No se maten.

Vio como el gemelo intentó decir algo, pero la mano frente a él, le hizo callar.

—No sé qué estabas pensando al proponerle esto a Hinata, pero confío en que es para mejorar y ninguno va a faltar al partido el viernes por lesiones extrañas.

Atsumu y Hinata asintieron, levemente asustados por la presencia imponente de Kita, no dejaba margen a error, mucho menos a que no le obedecieran.

Una vez se despidieron los nervios se apoderaron por completo de Hinata, cuando se trataba de voleibol, era consciente de que el gemelo rubio era muy superior a él. Fue una de las razones por las que había aceptado el trato.

Él en serio quiere mejorar y si tiene que soportar al mismísimo Ushijima Wakatoshi lo haría.

—Bien. —Atsumu habló por primera vez mientras movía el carro con balones cerca de las posiciones que ambos suelen usar para practicar. —Lo que más necesitas mejorar son los saques, la forma de recibir, los bloqueos y los rectos.

La cantidad de cosas que aun le faltaban a Hinata hicieron que quisiera que se lo tragara la tierra.

—No estoy aquí para animarte, Hinata. —musitó molesto al ver la cara de tristeza que tenía el menor.

—No sé porqué estás aquí en realidad.

Escuchó un suspiro de frustración de parte del más alto, sus manos paseando por su cabello teñido que parece más sano que el del mismo Hinata.

—Ya estas arreglando recepción con Akagi, bloqueos con Suna, pero conmigo vas a corregir y mejorar saques y los rectos, ¿entendiste?

—Miya no necesitas hablarme en ese tono de molestia, tú fuiste el que quiso que estemos aquí.

Lo vio tener un debate mental mientras sus manos pasaban un balón de la una a la otra. Hinata no entendía la razón de su molestia, cuando había sido su idea.

—Solo hagamos esto para terminar pronto, primero los saques.

Estaba muy confundido, la actitud de Atsumu le tenía con la cabeza en otra parte. Por el contrario a su actitud anterior, ahora era más amable y cordial al enseñarle sobre saques, Hinata aprende rápido así que no estuvo muy al límite de su paciencia.

Le enseñó unos ejercicios especiales para fortalecer la musculatura qué trabajaba en un saque de voleibol. Usualmente se trabaja solo el cuerpo completo, pero Atsumu sabe que a Hinata le falta fuerza en su espalda, porque en sus piernas tiene suficiente.

— ¿Puedo preguntarte algo? —preguntó en medio de uno de los ejercicios, obteniendo la atención de Atsumu. — ¿Tienes algo con la chica?

No sabe muy bien desde donde surgió la pregunta, pero necesitaba saberlo porque toda la situación era demasiado sospechosa y la única razón que se le venía a la cabeza para que los demás no molestaran a Atsumu es que fueran novios de forma oficial y seria.

—No en realidad, solo nos besamos sin una razón. —Claro que hay una razón, pensó Atsumu pero realmente  no quería hablar de eso con la persona que más detestaba en el planeta, mucho menos cuando están tan malditamente cerca por la posición del ejercicio.

—No sé muy bien como coordinarme para saltar y golpear en solo dos pasos. —su voz tembló con nerviosismo y vergüenza, dejando de lado el tema anterior, le daba pavor admitir sus debilidades frente a la persona que más odiaba.

—Piensa en esto como... Lo mismo cuando vas a rematar, ahí vas corriendo y tienes más tiempo, pero si elevas el balón tan alto como lo haría yo, tendrás tiempo de sobra para sacar de la misma manera que rematas.

La amabilidad de Atsumu Miya realmente era algo digno de colocar en un museo porque pasaba cada mil años.

Tal vez no era tan malo después de todo.

Doble Filo [atsuhina]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora